Guillermo X, duque de Aquitania (n. 1099)

Introducción a Guillermo X de Aquitania

Guillermo X de Aquitania (en occitano, Guillém X), también conocido póstumamente como "el Santo", fue una figura pivotal en la historia medieval del suroeste de Francia. Nació en 1099 y su vida concluyó el 9 de abril de 1137. Ostentó los influyentes títulos de Duque de Aquitania, Duque de Gascuña y Conde de Poitou (donde reinó como Guillermo VIII) desde 1126 hasta su fallecimiento. Su reinado se caracterizó por una compleja mezcla de conflictos militares, astucia política y un notable aprecio por las artes, un legado cultural que heredó de su padre. Era hijo del célebre Duque Guillermo IX de Aquitania, conocido como el primer trovador, y de su segunda esposa, Felipa de Tolosa.

Nacimiento y Primeros Años: Entre Tolosa y Poitiers

El nacimiento de Guillermo X tuvo lugar en Tolosa en el año 1099, un período efímero en el que sus padres ejercían el control sobre esta importante capital condal. Este evento significativo fue meticulosamente registrado en la Crónica de Saint-Maixent, que anota para ese año: "Willelmo comiti natus est filius, equivoce Guillelmus vocatus" (que se traduce como 'le nació un hijo al conde Guillermo, llamado Guillermo como él'). Sin embargo, poco después, la estabilidad familiar se vio comprometida. Para gran disgusto de su madre, Felipa, el Duque Guillermo IX tomó la decisión estratégica de hipotecar Tolosa a su primo, Bertrán de Tolosa, antes de embarcarse en una de sus campañas cruzadas. Este movimiento no solo generó fricción dentro de la familia ducal, sino que también marcó el inicio de una serie de eventos que moldearían la infancia de Guillermo X.

Tras esta decisión paterna, Felipa y el joven Guillermo X se establecieron en Poitiers. La relación entre padre e hijo se tensó considerablemente cuando Guillermo IX regresó de una cruzada fallida y, de manera escandalosa para la época, abandonó a su legítima esposa Felipa para cohabitar abiertamente con Dangerosa, la esposa de uno de sus vasallos, el Vizconde Aimery I de Châtellerault. Esta situación irregular no solo causó un profundo desdén en la corte, sino que también exacerbó las tensiones entre Guillermo IX y su heredero, Guillermo X, un conflicto que persistió hasta 1121. En un sorprendente giro de los acontecimientos, y quizás como un acto de reconciliación o una maniobra política pragmática, Guillermo X contrajo matrimonio ese año con Aenor de Châtellerault, quien era hija de Dangerosa y su primer esposo, Aimery. Este enlace selló una conexión inusual con la amante de su propio padre, reflejando la compleja moral y las dinámicas de poder de la época.

La Descendencia de Guillermo X

De su unión con Aenor de Châtellerault, Guillermo X tuvo tres hijos legítimos, cuyas vidas tendrían un impacto significativo en la historia europea:

Adicionalmente, se especula que Guillermo X pudo haber tenido un hijo natural, también llamado Guillermo. Durante mucho tiempo, se ha difundido erróneamente la idea de que tuvo otro hijo ilegítimo llamado Joscelino. Sin embargo, investigaciones históricas más recientes han desmentido esta afirmación, demostrando que Joscelino era en realidad hermano de Adeliza de Lovaina. La confusión se originó por una lectura incorrecta de los Pipe Rolls, documentos financieros del reinado de Enrique II, donde se interpretó la referencia a "hermano de la reina" como una alusión a Leonor de Aquitania, cuando el contexto real indicaba que la reina en cuestión era Adeliza de Lovaina, la segunda esposa de Enrique I de Inglaterra y tía de Enrique II.

Guerrero y Patrono de las Artes: La Administración Ducal

Guillermo X gobernó su extenso Ducado de Aquitania con una dualidad característica de muchos de los grandes señores de su tiempo: como un hábil guerrero y un refinado amante de las artes. Heredero de una tradición cultural rica, Aquitania bajo su mandato mantuvo su reputación como un centro de creatividad. Sin embargo, su reinado también estuvo plagado de conflictos. Externamente, se vio envuelto en tensiones y campañas militares con sus vecinos. En 1136, por ejemplo, llevó a cabo una incursión en Normandía, forjando una alianza estratégica con Godofredo V de Anjou, quien reclamaba la región en nombre de su esposa, la emperatriz Matilde, y por extensión, para la influencia francesa.

Incluso dentro de las fronteras de su propio ducado, Guillermo X no estuvo exento de desafíos. Enfrentó una formidable coalición de poderosas familias nobiliarias, como los Lusignan y los Parthenay, que se alzaron en su contra. Su determinación y capacidad militar se manifestaron en la forma en que resolvió este problema interno, logrando la destrucción total de sus enemigos y consolidando así su autoridad sobre sus vasallos más recalcitrantes. En el ámbito de la política internacional, Guillermo X inicialmente adoptó una postura polémica al apoyar al antipapa Anacleto II durante el Cisma papal de 1130, un desafío directo a la autoridad del Papa Inocencio II y, notablemente, contra los deseos de sus propios obispos aquitanos. Esta situación de cisma y la subsiguiente excomunión pusieron a Aquitania en una posición delicada hasta que, en 1134, el influyente San Bernardo de Claraval intervino personalmente. A través de su persuasión y carisma, San Bernardo logró convencer a Guillermo X de abandonar su apoyo a Anacleto y alinearse con Inocencio II, restableciendo así la comunión con Roma y la estabilidad religiosa en su ducado.

El Final del Camino: Peregrinación y Legado

En 1137, Guillermo X emprendió una significativa peregrinación hacia Santiago de Compostela, un viaje espiritual de gran importancia en la Europa medieval. Sin embargo, durante el trayecto, falleció inesperadamente el 9 de abril. Consciente de su inminente partida, y con tan solo 38 años, Guillermo X dictó sus últimas voluntades, demostrando una previsión crucial para el futuro de su linaje y de Aquitania. Su principal preocupación era el destino de su hija y heredera, Leonor, de tan solo quince años. Pidió al rey Luis VI de Francia que asumiera la tutela de Leonor y que le encontrara un esposo adecuado que pudiera salvaguardar los vastos territorios ducales. Luis VI, reconociendo la inmensa riqueza y el valor estratégico de Aquitania, aceptó con presteza esta encomienda. De una manera que cambiaría el curso de la historia francesa, el rey decidió casar a la joven heredera con su propio hijo, el futuro Luis VII. Este matrimonio unió vastos territorios bajo la corona francesa y sentó las bases para el ascenso de Leonor como una de las figuras más legendarias de la realeza europea.

Preguntas Frecuentes sobre Guillermo X de Aquitania

¿Quién fue Guillermo X de Aquitania?
Guillermo X fue el Duque de Aquitania, Duque de Gascuña y Conde de Poitou desde 1126 hasta 1137. Fue padre de la famosa Leonor de Aquitania y conocido por su reinado como guerrero y mecenas de las artes.
¿Cuál fue la relación de Guillermo X con su padre, Guillermo IX?
La relación fue complicada y tensa. Guillermo IX, conocido como "el trovador", generó escándalo al abandonar a la madre de Guillermo X, Felipa de Tolosa, por su amante, Dangerosa. Esta situación creó fricción entre padre e hijo, aunque Guillermo X eventualmente se casaría con Aenor de Châtellerault, hija de Dangerosa.
¿Guillermo X es el padre de Leonor de Aquitania?
Sí, Guillermo X de Aquitania fue el padre de Leonor de Aquitania, quien heredó el ducado tras la muerte de su padre y se convertiría en una de las mujeres más influyentes de la Edad Media, casándose primero con Luis VII de Francia y luego con Enrique II de Inglaterra.
¿Qué papel desempeñó Guillermo X en el Cisma papal de 1130?
Inicialmente, Guillermo X apoyó al antipapa Anacleto II, desafiando al Papa Inocencio II y a sus propios obispos. Sin embargo, en 1134, fue convencido por San Bernardo de Claraval de cambiar su lealtad y reconocer a Inocencio II como el pontífice legítimo, lo que puso fin a la excomunión de Aquitania.
¿Cómo murió Guillermo X de Aquitania?
Guillermo X murió en 1137 mientras realizaba una peregrinación a Santiago de Compostela. Falleció inesperadamente durante el viaje, a la edad de 38 años, dejando a su hija Leonor, de quince años, como única heredera.