Jōsei Toda, educador y activista japonés (m. 1958)
Jōsei Toda (戸田 城聖, 11 de febrero de 1900 - 2 de abril de 1958) fue una figura pivote en la historia moderna del budismo japonés y un líder visionario que sentó las bases para el establecimiento de la Soka Gakkai como un movimiento global de paz y cultura. Reconocido como un educador de corazón, un activista incansable por la paz y, fundamentalmente, el segundo presidente de la Soka Gakkai desde 1951 hasta su fallecimiento en 1958, Toda dedicó su vida a la realización de la felicidad de las personas y a la construcción de una sociedad pacífica.
Su vida, marcada por la adversidad y un compromiso inquebrantable con sus ideales, es un testimonio de la resiliencia humana. Durante la Segunda Guerra Mundial, Toda sufrió un encarcelamiento de dos años, desde 1943 hasta 1945, acusado de violar la draconiana Ley de Preservación de la Paz, la cual suprimía la libertad de pensamiento y expresión, y de lesa majestad por su postura contra la guerra y el rechazo a aceptar el sintoísmo de Estado como religión oficial. Esta experiencia transformadora en prisión, compartida con su maestro Tsunesaburō Makiguchi, el primer presidente de la Soka Gakkai, solidificó su convicción y lo llevó a emerger con la firme determinación de reconstruir la Soka Gakkai desde sus cimientos, tras la devastación de la guerra y la persecución que prácticamente disolvió la organización.
A menudo se le describe como el "arquitecto" de la Soka Gakkai, y no es exageración. Fue la persona principal responsable de transformar una pequeña agrupación de educadores en una vibrante organización laica, dándole la forma y la dirección que la llevarían a su existencia actual. Toda fue discípulo directo de Makiguchi, de quien heredó una profunda visión pedagógica centrada en el valor y la felicidad, y a su vez, se convirtió en el mentor de Daisaku Ikeda, quien posteriormente asumiría la tercera presidencia de la Soka Gakkai, consolidando y expandiendo globalmente el movimiento.
Uno de sus legados más significativos fue la popularización y profundización del término "revolución humana" (人間革命, Ningen kakumei). Este concepto abarca y expande los pensamientos de Makiguchi sobre la búsqueda de la educación y la felicidad en la vida, enfatizando que ambos están "inextricablemente conectados en un viaje de por vida hacia el autodesarrollo continuo". Para Toda, la revolución humana no era una transformación externa, sino un proceso de cambio interno profundo que lleva a cada individuo a manifestar su máximo potencial, afrontar los desafíos con sabiduría y compasión, y contribuir activamente a la paz y el bienestar de la sociedad. Esta filosofía es el núcleo del budismo Nichiren tal como lo practica la Soka Gakkai.
La historia de su liderazgo extraordinario en la reconstrucción y expansión de la Soka Gakkai es inmortalizada en la monumental novela en clave de 12 volúmenes de Daisaku Ikeda, titulada precisamente "La revolución humana" (Ningen kakumei). Esta obra no solo narra los desafíos y triunfos de Toda, sino que también sirve como una guía espiritual y un testimonio de su visión para un mundo mejor.
La Vida Temprana y el Compromiso Educativo
Nacido en Kaga, Ishikawa, Japón, Jōsei Toda mostró una inclinación hacia la educación desde temprana edad. Su encuentro con Tsunesaburō Makiguchi, un educador innovador y crítico del sistema educativo japonés de su tiempo, fue un punto de inflexión. Toda, originalmente un maestro, se unió a Makiguchi en su empresa editorial y educativa, apoyando sus teorías pedagógicas que enfatizaban la creación de valor y la felicidad como el propósito fundamental de la educación. Este encuentro lo llevó a abrazar el budismo Nichiren y a convertirse en una figura central en la Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad Educativa para la Creación de Valor), precursora de la Soka Gakkai, dedicada a la reforma educativa y la práctica budista.
El Encarcelamiento: Una Prueba de Fuego
El período de la Segunda Guerra Mundial representó una de las pruebas más severas para Toda y Makiguchi. Ambos fueron arrestados en 1943 por negarse a aceptar y venerar el talismán sintoísta impuesto por el gobierno militarista japonés, una directriz que consideraban contraria a las enseñanzas del budismo Nichiren y a la libertad religiosa. Esta resistencia llevó a acusaciones de violar la Ley de Preservación de la Paz, que castigaba cualquier acto que pudiera socavar el sistema imperial o la seguridad del Estado, y de lesa majestad. Durante su tiempo en prisión, Jōsei Toda dedicó innumerables horas al estudio del Sutra del Loto y a la introspección profunda. Fue en este aislamiento donde llegó a una comprensión profunda de la vida y el universo, una experiencia que moldearía su liderazgo futuro y su concepto de la "revolución humana". Su maestro, Makiguchi, falleció en prisión debido a la desnutrición y las duras condiciones, dejando a Toda como el único de los líderes originales en sobrevivir al calvario.
La Reconstrucción de la Soka Gakkai y la Visión de Paz
Tras su liberación en julio de 1945, Toda encontró la Soka Gakkai prácticamente desmantelada, con muchos de sus miembros originales fallecidos o dispersos y un Japón en ruinas. A pesar de estas circunstancias desalentadoras, Toda, con una fe inquebrantable y una nueva determinación forjada en prisión, se propuso reconstruir la organización. En 1951, fue nombrado segundo presidente de la Soka Gakkai. Su presidencia, aunque breve, fue extraordinariamente dinámica. Bajo su liderazgo, la Soka Gakkai experimentó un crecimiento sin precedentes, pasando de unos pocos miles de miembros a más de 750,000 hogares para el momento de su fallecimiento. Toda enfatizó la importancia del diálogo, la educación y la paz mundial, utilizando el budismo como un medio para capacitar a los individuos para que se transformaran y, a su vez, transformaran su entorno. Su "Declaración para la abolición de las armas nucleares" en 1957, un año antes de morir, fue un poderoso llamado a la conciencia global, denunciando tales armas como una amenaza absoluta a la humanidad y urgiendo a los jóvenes a trabajar por su erradicación.
El Concepto de "Revolución Humana"
El término "revolución humana" (Ningen kakumei) se convirtió en la piedra angular de la filosofía de Jōsei Toda. Este concepto subraya que la verdadera transformación de la sociedad y la consecución de la paz mundial deben comenzar con un cambio interior en cada individuo. No se trata de un cambio forzado o superficial, sino de una profunda renovación de la vida que permite a las personas superar sus debilidades, liberar su potencial ilimitado y desarrollar sabiduría, valentía y compasión. Para Toda, la práctica del budismo Nichiren era el medio para lograr esta revolución humana, permitiendo a los practicantes enfrentar y superar los desafíos de la vida diaria y contribuir activamente a la felicidad de los demás y al bienestar de la sociedad. Este proceso continuo de autodesarrollo y contribución era visto como el camino hacia una felicidad duradera y la creación de valor en cada momento.
Legado y Mentoría
El legado de Jōsei Toda se extiende mucho más allá de las cifras de crecimiento de la Soka Gakkai. Él infundió en la organización una misión clara de paz y contribución social basada en la transformación individual. Su visión de una "Revolución Humana" inspiró a incontables personas a buscar su propio potencial y a trabajar activamente por un mundo mejor. Además, su papel como mentor de Daisaku Ikeda fue crucial. Toda le confió a Ikeda la responsabilidad de la división de jóvenes de la Soka Gakkai y lo preparó para asumir el liderazgo del movimiento. La relación entre Toda e Ikeda es central en la historia de la Soka Gakkai, y la continuidad de los ideales de Toda a través de Ikeda ha sido fundamental para la expansión global del budismo Nichiren en el siglo XXI.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
- ¿Quién fue Jōsei Toda?
- Jōsei Toda fue un educador, activista por la paz y el segundo presidente de la Soka Gakkai desde 1951 hasta 1958. Se le considera el "arquitecto" de la Soka Gakkai moderna, transformándola en un movimiento de masas dedicado a la paz, la cultura y la educación.
- ¿Por qué fue encarcelado durante la Segunda Guerra Mundial?
- Fue encarcelado por negarse a aceptar el sintoísmo de Estado como religión oficial, lo cual era un acto de desobediencia civil al gobierno militarista japonés. Fue acusado de violar la Ley de Preservación de la Paz y de lesa majestad, cargos relacionados con su oposición a la guerra y su defensa de la libertad religiosa.
- ¿Qué significa el término "Revolución Humana"?
- La "revolución humana" es un concepto central de la filosofía de Jōsei Toda que se refiere a la profunda transformación interior que una persona experimenta a través de la práctica budista. Implica superar las limitaciones personales, desarrollar un carácter fuerte y compasivo, y utilizar la propia vida para contribuir a la paz y la felicidad de los demás y del mundo. Toda enfatizó que este cambio interno es la base para transformar la sociedad.
- ¿Cuál fue su relación con Tsunesaburō Makiguchi y Daisaku Ikeda?
- Toda fue discípulo y confidente cercano de Tsunesaburō Makiguchi, el primer presidente de la Soka Gakkai, con quien compartió la persecución en prisión. A su vez, se convirtió en el mentor de Daisaku Ikeda, a quien preparó para ser su sucesor y quien eventualmente se convirtió en el tercer presidente de la Soka Gakkai, llevando el movimiento a una escala global.
- ¿Cuál fue su contribución más destacada a la paz?
- Más allá de su liderazgo en la reconstrucción de la Soka Gakkai como un movimiento de paz, su "Declaración para la abolición de las armas nucleares" en 1957 es considerada una de sus contribuciones más significativas. En ella, denunció las armas nucleares como un "mal absoluto" y llamó a los jóvenes del mundo a trabajar incansablemente por su prohibición y erradicación.
- ¿Qué papel juega la novela "La revolución humana" en su legado?
- La novela de 12 volúmenes "La revolución humana" (Ningen kakumei), escrita por su discípulo Daisaku Ikeda, narra la vida y el liderazgo de Jōsei Toda desde su salida de prisión hasta su fallecimiento. Sirve como una crónica detallada de la reconstrucción de la Soka Gakkai bajo su presidencia y populariza su filosofía de la "revolución humana", convirtiéndose en una obra inspiradora y fundamental para los miembros de la Soka Gakkai.