Segunda Partición de Polonia.

La Segunda Partición de Polonia: Un Capítulo Crucial en la Desaparición de una Nación

La historia de Polonia a finales del siglo XVIII es un relato de profundas transformaciones y, trágicamente, de la lucha por la supervivencia nacional frente a las ambiciones de sus poderosos vecinos. En este sombrío período, la Segunda Partición de Polonia, ocurrida en 1793, se erige como un evento pivotal. Fue la segunda de las tres divisiones territoriales que, de manera paulatina y dolorosa, acabarían por borrar del mapa de Europa a la vasta y alguna vez influyente Mancomunidad Polaco-Lituana para el año 1795.

Antecedentes: Un Estado Asediado y sus Intentos de Reforma

Para comprender la magnitud de la Segunda Partición, es esencial situarla en su contexto histórico. La Mancomunidad Polaco-Lituana, también conocida como la Rzeczpospolita, era una entidad política única en Europa, caracterizada por su sistema de "democracia nobiliaria" y una monarquía electiva que, con el tiempo, debilitó la autoridad central frente a una aristocracia poderosa y, a menudo, dividida. Esta estructura, sumada a las incesantes presiones externas de potencias absolutistas como el Imperio Ruso, el Reino de Prusia y la Monarquía de los Habsburgo, había llevado al país a una situación precaria. La Primera Partición de 1772 ya había amputado vastas porciones de su territorio, dejando claro el peligro que se cernía sobre la nación.

En un audaz intento por revitalizar el Estado y fortalecerse contra futuras agresiones, la Mancomunidad promulgó la Constitución del 3 de Mayo de 1791. Este documento progresista, considerado la primera constitución moderna de Europa y la segunda del mundo después de la estadounidense, buscaba reformar el gobierno, abolir el "liberum veto" (que paralizaba el parlamento) y crear una monarquía hereditaria. Sin embargo, estas reformas, lejos de ser celebradas, fueron percibidas como una amenaza directa por las cortes de San Petersburgo y Berlín, que temían el resurgimiento de una Polonia fuerte y soberana.

Los Catalizadores de la Tragedia: Guerra y Traición

La respuesta de las potencias vecinas no se hizo esperar. El Imperio Ruso, bajo la égida de Catalina la Grande, no podía tolerar una Polonia reformada y fuerte en su frontera occidental. Utilizando como pretexto la defensa de las "libertades tradicionales" de la nobleza polaca (que en realidad significaban su debilidad política), Rusia intervino militarmente en 1792. Esta intervención desató la Guerra Polaco-Rusa de 1792, en la que las fuerzas polacas, a pesar de una valiente resistencia liderada por figuras como el Príncipe Józef Poniatowski y Tadeusz Kościuszko, fueron finalmente superadas por la abrumadora superioridad numérica y militar rusa.

Paralelamente a la invasión rusa, surgió la infame Confederación de Targowica. Constituida por un grupo de magnates polacos conservadores, quienes veían en la Constitución del 3 de Mayo una amenaza a sus propios privilegios y al statu quo, la Confederación buscó el apoyo ruso para revertir las reformas. Al invitar a las tropas rusas al país, los confederados de Targowica actuaron, a los ojos de muchos patriotas polacos, como traidores a la nación, facilitando la derrota y el subsiguiente desmembramiento del país.

La Consumación de la Partición: El Sejm de Grodno

Tras la victoria rusa en la guerra, el destino de la Mancomunidad estaba sellado. En 1793, el Imperio Ruso y el Reino de Prusia, los principales beneficiarios territoriales de esta segunda división, procedieron a anexionarse vastas extensiones de tierra polaca. Rusia se apoderó de las regiones orientales, ricas en tierras fértiles y con una significativa población de etnia bielorrusa y ucraniana (gran parte de la Ucrania de la Margen Derecha y Podolia, entre otras). Prusia, por su parte, tomó las estratégicas y económicamente importantes provincias occidentales, incluyendo la Gran Polonia (con Poznań) y Dantzig (Gdańsk), asegurando el control sobre el vital río Vístula y conectando sus territorios principales.

Para dar una apariencia de legalidad a estas anexiones, las potencias invasoras forzaron la convocatoria del Sejm (parlamento polaco) en Grodno en 1793. Este parlamento, conocido históricamente como el Sejm de Grodno, sesionó bajo la coacción directa y la intimidación militar, con soldados rusos rodeando el edificio y los miembros del Sejm. Los diputados polacos, bajo una presión insoportable y conscientes de la amenaza de una anexión total si se negaban, fueron obligados a "ratificar" las amputaciones territoriales. Fue un acto simbólico y amargo de autodegradación, un intento desesperado y efímero de salvar lo que quedaba de la soberanía polaca, con la vana esperanza de evitar la completa y eventual anexión que, trágicamente, se materializaría dos años después con la Tercera Partición.

Impacto y Legado de la Segunda Partición

La Segunda Partición de Polonia redujo drásticamente el tamaño del Estado polaco, tanto en territorio como en población. Más de la mitad del territorio restante de la Mancomunidad fue cedido, dejando al país en un estado de mera supervivencia. Este acto de despojo territorial provocó una profunda conmoción y un aumento del sentimiento patriótico entre los polacos, culminando en la Insurrección de Kościuszko de 1794, un levantamiento desesperado contra los ocupantes que, aunque heroico, fue brutalmente reprimido. La Segunda Partición no solo selló el destino de la Mancomunidad Polaco-Lituana, sino que también sentó las bases para su desaparición definitiva en 1795, marcando el inicio de 123 años sin un estado polaco independiente en el mapa de Europa.

Preguntas Frecuentes sobre la Segunda Partición de Polonia

¿Qué fue la Mancomunidad Polaco-Lituana?
La Mancomunidad Polaco-Lituana (o Rzeczpospolita) fue uno de los estados más grandes y poblados de Europa desde el siglo XVI hasta finales del XVIII. Era una unión política y cultural entre el Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania, conocida por su sistema de democracia nobiliaria y su tolerancia religiosa.
¿Qué papel jugó la Constitución del 3 de Mayo de 1791?
La Constitución del 3 de Mayo de 1791 fue un intento ambicioso de reformar y fortalecer la Mancomunidad. Buscaba modernizar el gobierno, abolir el "liberum veto" y establecer una monarquía hereditaria. Aunque progresista, fue percibida como una amenaza por las potencias vecinas, especialmente Rusia, lo que precipitó la invasión y la posterior partición.
¿Quiénes fueron los miembros de la Confederación de Targowica?
La Confederación de Targowica fue una liga de magnates polacos conservadores y otros opositores a la Constitución del 3 de Mayo. Argumentando que defendían las "libertades doradas" de la nobleza, en realidad buscaron el apoyo del Imperio Ruso para revertir las reformas, invitando así a la intervención extranjera y facilitando la partición del país.
¿Qué territorios perdió Polonia en la Segunda Partición?
El Imperio Ruso se anexionó vastas regiones orientales que incluían gran parte de la Ucrania de la Margen Derecha, Podolia y Volinia, con poblaciones de etnia bielorrusa y ucraniana. El Reino de Prusia se hizo con territorios occidentales estratégicos y económicamente valiosos, como la Gran Polonia (Poznań) y la ciudad de Dantzig (Gdańsk).
¿Qué fue el Sejm de Grodno?
El Sejm de Grodno fue el parlamento polaco convocado en 1793 bajo la coacción de las potencias particionistas, principalmente Rusia. Los diputados fueron forzados a ratificar las enormes pérdidas territoriales impuestas por la Segunda Partición, en un intento inútil de salvar el resto del Estado polaco.
¿Cuál fue la consecuencia final de la Segunda Partición para Polonia?
La Segunda Partición redujo drásticamente el tamaño y la soberanía de la Mancomunidad, dejándola como un estado títere. Provocó la desesperación y un levantamiento (la Insurrección de Kościuszko) en 1794, y allanó el camino para la Tercera Partición de 1795, que finalmente eliminó a Polonia del mapa de Europa por más de un siglo.