Ottorino Respighi, compositor y director de orquesta italiano (f. 1936)

Ottorino Respighi (cuya pronunciación se acerca a reh-SPEE-ghee en inglés, y en italiano es [ottoˈriːno reˈspiːɡi]), nacido el 9 de julio de 1879 y fallecido el 18 de abril de 1936, fue una figura sobresaliente en el panorama musical italiano de principios del siglo XX. Este multifacético artista destacó no solo como un prolífico compositor, sino también como un virtuoso violinista, un dedicado profesor y un perspicaz musicólogo. Su genialidad se manifestó en una vasta gama de géneros, abarcando óperas de gran dramatismo, ballets llenos de gracia, imponentes suites orquestales, emotivas canciones corales, delicada música de cámara y, de manera notable, ingeniosas transcripciones de composiciones italianas que datan de los siglos XVI al XVIII. No obstante, fueron sus tres grandiosos poemas sinfónicos orquestales, conocidos colectivamente como la "Trilogía Romana", los que le granjearon una fama internacional imperecedera y que hoy día siguen siendo sus obras más interpretadas: Las Fuentes de Roma (1916), Los Pinos de Roma (1924) y Las Fiestas Romanas (1928).

Los Primeros Años y Formación Musical

La cuna de Ottorino Respighi fue Bolonia, una ciudad rica en historia y cultura, y desde su nacimiento se encontró inmerso en un ambiente familiar profundamente musical y artístico. Su padre, Giuseppe Respighi, quien era pianista y profesor, fue su primer y más influyente mentor, animándolo a abrazar la música desde una edad muy temprana. Así, el joven Ottorino comenzó su educación formal con clases de violín y piano, demostrando un talento precoz y una dedicación excepcional. En 1891, sus capacidades lo llevaron a matricularse en el prestigioso Liceo Musicale di Bologna, donde continuó perfeccionando su destreza en el violín y la viola, y donde también inició sus estudios formales de composición bajo la tutela de figuras como Luigi Torchi y, más tarde, el influyente Giuseppe Martucci. Fue durante un período en Rusia, donde sirvió como violinista principal en el Teatro Imperial, cuando tuvo la invaluable oportunidad de estudiar brevemente con el célebre Nikolai Rimsky-Korsakov. Este encuentro con el maestro ruso resultó ser un punto de inflexión, infundiéndole un profundo conocimiento y aprecio por la orquestación colorista y descriptiva que más tarde se convertiría en un sello distintivo de su propia obra.

La Época Romana y el Cenit Creativo

El año 1913 marcó un cambio significativo en la vida y carrera de Respighi, quien decidió trasladarse a la Ciudad Eterna, Roma, para asumir el cargo de profesor de composición en el ilustre Liceo Musicale di Santa Cecilia. Esta institución, cuna de innumerables talentos, se beneficiaría de su enseñanza hasta 1935, aunque a partir de 1923 reduciría su carga docente para dedicarse más intensamente a sus giras y a la composición. Durante su estancia en Roma, su vida personal y profesional se entrelazaron de manera profunda cuando contrajo matrimonio con una de sus alumnas, la talentosa cantante Elsa Olivieri-Sangiacomo. Elsa no solo sería su esposa, sino también su musa, su libretista ocasional y la más ferviente defensora de su legado. Fue en este fértil período romano donde Respighi compuso la mayoría de sus obras más célebres, incluyendo la ya mencionada "Trilogía Romana". Estas piezas, con su magistral orquestación y su capacidad evocadora, pintan un vívido retrato musical de la capital italiana: Las Fuentes de Roma describe la majestuosidad de sus fuentes en diferentes momentos del día, Los Pinos de Roma evoca la presencia milenaria de estos árboles en diversos paisajes de la ciudad, y Las Fiestas Romanas captura la efervescencia de celebraciones tanto antiguas como modernas. Su creciente reconocimiento lo llevó a realizar extensas giras, actuando y dirigiendo en diversas capacidades tanto en los Estados Unidos como en América del Sur desde 1925 hasta el final de sus días, difundiendo su música y el vibrante espíritu italiano por el mundo.

Un Legado Imperecedero

Ottorino Respighi dejó una huella indeleble en la música italiana y mundial, siendo uno de los compositores que logró revitalizar la música instrumental en un país donde la ópera había reinado supremamente durante siglos. Su enfoque programático, su orquestación rica y luminosa, y su habilidad para fusionar la tradición con innovaciones modernas lo distinguieron. Además de sus obras originales, su profunda pasión por la música del pasado lo llevó a realizar meticulosas transcripciones y arreglos de composiciones italianas de los siglos XVI, XVII y XVIII. A través de estas adaptaciones, Respighi no solo redescubrió y dio nueva vida a maestros como Monteverdi, Corelli y Vivaldi para las audiencias modernas, sino que también estableció un puente vital entre la grandeza del barroco y el clasicismo italianos y la sensibilidad del siglo XX, aportando una dimensión musicológica a su ya impresionante carrera creativa. Obras como Antiguas Danzas y Arias para Laud (en varias suites) o Los Uccelli (inspirada en piezas barrocas que imitan el canto de los pájaros) son testimonio de este diálogo entre épocas.

Últimos Años y Preservación de su Obra

A finales de 1935, mientras se encontraba inmerso en la composición de su ópera Lucrezia, la salud de Respighi comenzó a declinar. Tras ser diagnosticado con endocarditis bacteriana, una afección grave para la época, falleció trágicamente apenas cuatro meses después, el 18 de abril de 1936, a la relativamente joven edad de 56 años. Su prematura muerte fue una gran pérdida para el mundo de la música. Sin embargo, su legado encontró una guardiana inquebrantable en su esposa, Elsa Olivieri-Sangiacomo. Elsa le sobrevivió durante casi sesenta años, dedicando su vida a la incansable tarea de preservar, defender y promover las obras y la memoria de su difunto esposo, asegurando que su música continuara siendo interpretada y apreciada mucho después de su partida, hasta su propio fallecimiento en 1996. En tiempos más recientes, figuras como el director y compositor Salvatore Di Vittorio han asumido el noble papel de completar y traer a la luz varias de las obras incompletas e inéditas de Respighi. Un ejemplo notable de este esfuerzo es la culminación del Concierto para violín en la mayor (originalmente de 1903), que finalmente fue estrenado en 2010, permitiendo que nuevas generaciones descubran la amplitud y profundidad de la genialidad de Ottorino Respighi.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Cuáles son las obras más célebres de Ottorino Respighi?
Las obras más conocidas y frecuentemente interpretadas de Respighi son sus tres poemas sinfónicos orquestales, la llamada "Trilogía Romana": Las Fuentes de Roma (1916), Los Pinos de Roma (1924) y Las Fiestas Romanas (1928). Estas piezas le valieron fama internacional por su brillante orquestación y su capacidad evocadora.
¿Qué papel jugó Respighi en la música italiana de su época?
Respighi fue fundamental en la revitalización de la música instrumental en Italia, un país tradicionalmente dominado por la ópera. Su estilo programático, su rica orquestación y su interés por la música histórica italiana (que transcribía y arreglaba) lo posicionaron como una figura clave para tender puentes entre la tradición y la modernidad.
¿Estudió Respighi con algún compositor de renombre internacional?
Sí, durante su estancia en Rusia, Ottorino Respighi tuvo la oportunidad de estudiar brevemente con el influyente compositor ruso Nikolai Rimsky-Korsakov. Esta experiencia fue crucial para el desarrollo de su maestría en la orquestación y el uso del color instrumental.
¿Cómo contribuyó su esposa, Elsa Olivieri-Sangiacomo, a su legado?
Elsa Olivieri-Sangiacomo no solo fue la esposa y musa de Respighi, sino también su incansable defensora y la principal guardiana de su legado. Después de su muerte, dedicó el resto de su vida a preservar, promover y difundir las obras de su esposo, asegurando que su música fuera recordada y valorada por las futuras generaciones.