Se ratifica la Vigésima Tercera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que permite a los residentes de Washington, D.C., votar en las elecciones presidenciales.

La Vigésima Tercera Enmienda (Enmienda XXIII) a la Constitución de los Estados Unidos extiende el derecho a participar en las elecciones presidenciales al Distrito de Columbia. La enmienda otorga a los electores de distrito en el Colegio Electoral como si fuera un estado, aunque el distrito nunca puede tener más electores que el estado menos poblado. La forma en que se nombrarán los electores será determinada por el Congreso. La Vigésima Tercera Enmienda fue propuesta por el 86º Congreso el 16 de junio de 1960; fue ratificado por el número requerido de estados el 29 de marzo de 1961.

La Constitución establece que cada estado recibe electores presidenciales en una cantidad equivalente al número combinado de escaños que tiene en el Senado y la Cámara de Representantes. Como el Distrito de Columbia no es un estado, no tenía derecho a ningún elector antes de la adopción de la Vigésima Tercera Enmienda. Ya en 1888, algunos periodistas y miembros del Congreso estaban a favor de una enmienda constitucional para otorgar votos electorales a los distritos, pero dicha enmienda no obtuvo un apoyo generalizado hasta el surgimiento del movimiento de derechos civiles en la década de 1950. La enmienda no se consideró una medida partidista, y el presidente Dwight D. Eisenhower y los dos candidatos de los principales partidos en las elecciones presidenciales de 1960 respaldaron la ratificación de la enmienda. La ratificación de la enmienda convirtió al distrito en la única entidad, además de los estados, en tener representación en el Colegio Electoral.

La primera elección presidencial en la que participó el Distrito de Columbia fue la elección de 1964. A partir de esa elección, el Distrito de Columbia ha tenido constantemente tres miembros del Colegio Electoral, siendo este el número mínimo constitucionalmente implícito al que tiene derecho; a pesar de la limitación constitucionalmente arraigada en su número de electores, la población del Distrito nunca ha alcanzado el umbral en el que de otro modo habría tenido derecho a más de tres. Desde la aprobación de la Vigésima Tercera Enmienda, todos menos uno de los votos electorales del distrito se han emitido para los candidatos presidenciales del Partido Demócrata. La Vigésima Tercera Enmienda no otorgó al distrito derechos de voto en el Congreso, ni le dio al distrito el derecho a participar en el proceso que permite enmendar la Constitución. En 1978, el Congreso propuso una enmienda constitucional propuesta sin éxito para hacer esto, pero no fue ratificada por suficientes estados para que fuera adoptada. Muchos ciudadanos del distrito favorecen la estadidad o más enmiendas constitucionales para abordar estos problemas.