Boris I de Bulgaria

Boris I, también conocido como Boris-Mihail (Michael) y Bogoris (eslavo eclesiástico: Борисъ А҃ / Борисъ-Михаилъ búlgaro: Борис I / Борис-Михаил; fallecido el 2 de mayo de 907), fue el gobernante del Primer Imperio búlgaro en 852– 889. En el momento de su bautismo en 864, Boris recibió el nombre de Michael en honor a su padrino, el emperador Michael III. El historiador Steven Runciman lo llamó una de las personas más importantes de la historia. A pesar de una serie de reveses militares, el reinado de Boris I estuvo marcado por eventos significativos que dieron forma a la historia búlgara y europea. Con la cristianización de Bulgaria en 864 se abolió el paganismo (es decir, el tengrismo). Boris I, un hábil diplomático, explotó con éxito el conflicto entre el Patriarcado de Constantinopla y el Papado para asegurar una Iglesia búlgara autocéfala, lidiando así con las preocupaciones de la nobleza sobre la interferencia bizantina en los asuntos internos de Bulgaria.

Cuando en 885 los discípulos de los santos Cirilo y Metodio fueron desterrados de la Gran Moravia, Boris I les dio refugio y les brindó asistencia que salvó el Glagolítico y más tarde promovió el desarrollo de la escritura cirílica en Preslav y la literatura eslava. Después de abdicar en 889, su hijo mayor y sucesor trató de restaurar la antigua religión pagana, pero fue depuesto por Boris I. Durante el Concilio de Preslav que siguió a ese evento, el clero bizantino fue reemplazado por búlgaros, y el idioma griego fue reemplazado por lo que ahora se conoce como antiguo eslavo eclesiástico.

Es considerado un santo en la Iglesia Ortodoxa, como el Príncipe y bautizador de Bulgaria, y como Igual a los Apóstoles, con su fiesta celebrada el 2 de mayo.