El accidente minero en Copiapó, Chile, llega a su fin cuando los 33 mineros llegan a la superficie después de sobrevivir un récord de 69 días bajo tierra en espera del rescate.

El accidente minero de Copiapó de 2010, también conocido entonces como el "accidente minero chileno", comenzó el 5 de agosto de 2010, con un derrumbe en la mina de cobre y oro San José, ubicada en el desierto de Atacama a 45 kilómetros (28 millas) al norte de la capital regional de Copiapó, en el norte de Chile. Treinta y tres hombres, atrapados a 700 metros (2300 pies) bajo tierra y a 5 kilómetros (3 millas) de la entrada de la mina a través de rampas subterráneas en espiral, fueron rescatados después de 69 días. Después de que la empresa minera estatal, Codelco, asumiera los esfuerzos de rescate de propietarios de la mina, se perforaron pozos exploratorios. Diecisiete días después del accidente, se encontró una nota pegada a una broca sacada a la superficie: "Estamos bien en el refugio los 33" ("Estamos bien en el refugio, los 33").

Tres equipos separados de plataformas de perforación, casi todos los ministerios del gobierno chileno, la agencia espacial de los Estados Unidos, la NASA y una docena de corporaciones de todo el mundo cooperaron para completar el rescate. El 13 de octubre de 2010, los hombres fueron subidos a la superficie uno a la vez, en una cápsula especialmente construida, como se estima que 5,3 millones de personas vieron a través de una transmisión de video en todo el mundo.

Con pocas excepciones, todos se encontraban en buenas condiciones médicas y no se anticipaban efectos físicos a largo plazo.

Las donaciones privadas cubrieron un tercio del costo del rescate de US$20 millones, y el resto provino de los propietarios de la mina y del gobierno. Inestabilidad geológica previa en la antigua mina y un largo historial de violaciones de seguridad para los propietarios de la mina, San Esteban Mining Company, había resultado en una serie de multas y accidentes, incluidas ocho muertes, durante los doce años previos a este accidente. Luego de tres años de trabajo, las demandas e investigaciones sobre el derrumbe concluyeron en agosto de 2013 sin que se presentaran cargos.