La Guerra de los Cien Años termina con la reconquista francesa de Burdeos, dejando el control inglés solo en Calais.

La Guerra de los Cien Años, una denominación acuñada por historiadores posteriores para englobar una serie de conflictos intermitentes que se extendieron durante 116 años (1337-1453), fue uno de los episodios más trascendentales de la Baja Edad Media europea. Este prolongado enfrentamiento armado, protagonizado principalmente por los reinos de Inglaterra y Francia, trascendió las ambiciones dinásticas iniciales para moldear de manera irreversible las identidades nacionales, las estructuras políticas y las tácticas militares de ambas naciones, así como el panorama geopolítico de Europa occidental.

Las Semillas del Conflicto: Reclamos Dinásticos y Rivalidades Feudales

En el corazón de la Guerra de los Cien Años latían complejas disputas dinásticas y una intrincada red de lealtades feudales. El detonante principal fue el reclamo del trono francés por parte de la Casa de Plantagenet de Inglaterra, encarnado en Eduardo III. Su pretensión se basaba en ser el nieto de Felipe IV de Francia a través de su madre, Isabel, hija del rey francés. Sin embargo, la nobleza francesa, invocando la Ley Sálica (que en su interpretación medieval excluía a las mujeres y a sus descendientes de la sucesión al trono), coronó a Felipe VI de la Casa de Valois. Este choque de legitimidades fue una chispa en un barril de pólvora.

Más allá de la cuestión sucesoria, existía una fricción histórica profunda: el estatus del Ducado de Aquitania (también conocido como Gascuña) en el suroeste de Francia. Este vasto territorio, heredado por los reyes ingleses desde el matrimonio de Enrique II con Leonor de Aquitania en el siglo XII, era un feudo del rey de Francia. La paradoja de un rey inglés rindiendo homenaje a un rey francés por sus posesiones continentales era una fuente constante de tensión, que se vio agravada por intereses económicos vitales, como el control sobre la rica región flamenca, dependiente de la lana inglesa para su industria textil.

Un Siglo de Batallas y Treguas: Fases Principales

Los 116 años de la Guerra de los Cien Años no fueron un conflicto ininterrumpido, sino una serie de campañas bélicas separadas por treguas, a menudo efímeras, y periodos de relativa calma. Comúnmente, los historiadores la dividen en tres grandes fases:

Innovación y Transformación: El Legado Militar

La Guerra de los Cien Años no solo fue un conflicto de gran envergadura, sino también un crisol de innovación militar que transformó para siempre la forma de hacer la guerra en Europa. La caballería pesada, que había dominado los campos de batalla medievales, experimentó su ocaso, incapaz de contrarrestar la combinación de arqueros disciplinados y tácticas de infantería bien organizadas.

El Nacimiento de las Naciones: Impacto Político y Social

Las reverberaciones de la Guerra de los Cien Años se extendieron mucho más allá de los campos de batalla, catalizando profundos cambios en la estructura política y la identidad cultural de Inglaterra y Francia.

El Fin de una Era y Consecuencias Duraderas

Para 1453, con la toma de Burdeos, las fuerzas francesas habían expulsado casi por completo a los ingleses de suelo continental, dejando a Inglaterra únicamente con la plaza de Calais, que perdería un siglo después. La Guerra de los Cien Años finalizó sin un tratado de paz formal, sino por el cese gradual de las hostilidades. La derrota en Francia y las subsiguientes luchas dinásticas en Inglaterra (la Guerra de las Dos Rosas) redirigieron el enfoque de la monarquía inglesa hacia su propia isla y, eventualmente, hacia una vocación marítima y de expansión colonial, distanciándose de sus ambiciones continentales.

Para Francia, la victoria consolidó la monarquía de Valois, unificó gran parte del territorio bajo un control centralizado y forjó una identidad nacional más coherente, sentando las bases para su ascenso como una de las potencias dominantes en la Europa moderna. La guerra fue un punto de inflexión, marcando el ocaso de la Edad Media y el amanecer de una nueva era en la historia europea.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Qué fue la Guerra de los Cien Años?
Fue una serie de conflictos armados entre los reinos de Inglaterra y Francia durante la Baja Edad Media (1337-1453), motivada principalmente por disputas sobre el trono francés y el control de territorios feudales.
¿Cuáles fueron las principales causas de la guerra?
Las causas principales fueron el reclamo dinástico de Eduardo III de Inglaterra al trono francés, a través de su madre Isabel (hija de Felipe IV de Francia), y la negativa francesa basada en la Ley Sálica. A esto se sumaban las tensiones por el control del Ducado de Aquitania y los intereses económicos en Flandes.
¿Quiénes fueron los principales contendientes?
Los principales contendientes fueron la Casa de Plantagenet (Inglaterra) y la Casa de Valois (Francia), aunque ambos bandos tuvieron numerosos aliados y facciones involucradas de toda Europa occidental.
¿Cuánto duró realmente la Guerra de los Cien Años?
Duró 116 años, desde 1337 hasta 1453, aunque el conflicto no fue continuo, sino que estuvo marcado por periodos de intensa lucha y treguas intermitentes.
¿Cuáles fueron algunas de las innovaciones militares más importantes?
Destacan el uso masivo del arco largo inglés, la introducción y desarrollo de la artillería de pólvora, y la emergencia de ejércitos más profesionalizados y menos dependientes de las levas feudales.
¿Cómo influyó Juana de Arco en el curso de la guerra?
Juana de Arco (Jeanne d'Arc) fue una figura crucial en la fase final de la guerra. Su liderazgo inspirador y su papel en el levantamiento del sitio de Orleans (1429) revitalizaron la moral francesa, cambiaron el impulso del conflicto y llevaron a la coronación de Carlos VII en Reims, un punto de inflexión decisivo.
¿Cuáles fueron las consecuencias a largo plazo de la guerra?
Entre las consecuencias más duraderas se incluyen la consolidación de monarquías más centralizadas en Francia e Inglaterra, el fortalecimiento de las identidades nacionales en ambos países, el declive del feudalismo y la caballería medieval, y el inicio de una nueva era en la tecnología y tácticas militares.
¿Cómo terminó la Guerra de los Cien Años?
Finalizó en 1453 con la victoria de Francia, que expulsó a los ingleses de casi todos sus territorios continentales (excepto Calais). No hubo un tratado de paz formal, sino un cese gradual de las hostilidades. Inglaterra se vio forzada a abandonar sus ambiciones territoriales en Francia.