En el 30 de junio de 2013, los manifestantes conjuntan para derrocar el presidente egipcio Mohamed Morsi – el primer presidente electo después la revolución del vigesimoquinto de enero en 2011- exactamente después un año del empiezo de su presidencia. La masa de manifestantes fue una respuesta de Tamarod, una petición sostiene que se había reunido más de 29 signaturas, fue iniciada en el mismo año y demandó la dimisión inmediata de Morsi y su gobierno. La revuelta se convierta a un golpe de estado por el militar egipcio para conformar a los clamores de los manifestantes. El militar egipcio propuso que la revuelta de 30 de junio fue lo más grande manifestación en la historia de Egipto acumulando aproximadamente 32 millones manifestantes. La declaración mencionada fue basada en los números de manifestantes medidos por los helicópteros en todo Egipto. Sin embargo, muchos refutaron esta proclamación sugiriendo que los números de los manifestantes del 30 de junio contra el presidente de Morsi fueron exagerados extensamente. Un estudio experto estadístico con respecto al reunión del 30 de junio impartió que el número de los manifestantes en todo Egipto apenas superó el millón.