En Marruecos, el Día de la Revolución es una fecha de profundo significado histórico y nacional, conmemorada el 20 de agosto de cada año. Lejos de ser un mero feriado, este día encarna el espíritu inquebrantable de la nación y el fuerte vínculo entre el pueblo marroquí y su monarca. Su origen se remonta a los dramáticos sucesos de 1953, cuando la administración del Protectorado francés tomó la controvertida decisión de exiliar al venerado Sultán Mohammed V, considerado por muchos como el Padre de la Nación marroquí moderna.

Mohammed V, cuyo nombre completo era Sidi Mohammed Ben Youssef, había ascendido al trono en 1927. Desde el inicio, adoptó una postura nacionalista, resistiéndose a las injerencias francesas que buscaban debilitar la soberanía del país, establecida en 1912 bajo el Tratado de Fez. Su firme defensa de la identidad marroquí, incluyendo la promoción de la cultura árabe y beréber y la resistencia a la segregación en el sistema educativo, lo convirtió en un líder muy querido y en un obstáculo para los intereses coloniales. Las autoridades francesas, al intentar imponer su dominio absoluto, vieron en elocuentes discursos y acciones simbólicas del Sultán una amenaza directa a su autoridad.

Así, en un intento por sofocar el creciente fervor nacionalista y despojar al movimiento de su figura más emblemática, el 20 de agosto de 1953, el Sultán Mohammed V y su familia real fueron forzados al exilio. Su primer destino fue la isla de Córcega, en el Mediterráneo, para luego ser trasladados, en enero de 1954, a la remota isla de Madagascar, a miles de kilómetros de su hogar. Esta drástica medida, sin embargo, tuvo el efecto contrario al esperado. Lejos de quebrar la moral del pueblo, la deportación del Sultán encendió la chispa de una revuelta popular masiva y espontánea, que se conocería como la "Revolución del Rey y del Pueblo". Las calles de Marruecos se llenaron de protestas, huelgas generales, actos de desobediencia civil y resistencia armada, demostrando la lealtad inquebrantable del pueblo a su legítimo líder y su determinación colectiva de recuperar la independencia y el regreso de su soberano.

La presión popular interna, combinada con el creciente apoyo internacional a la causa marroquí en foros como las Naciones Unidas, hizo insostenible la situación para las autoridades coloniales. La estabilidad de la región estaba en juego y la administración francesa se enfrentaba a un desafío sin precedentes. Incapaces de contener la marea de la resistencia y el caos que se apoderaba del Protectorado, las autoridades francesas se vieron obligadas a negociar el retorno del Sultán. Fue en este contexto de fervor nacional y diplomacia intensiva que se preparó el terreno para el anhelado regreso de Mohammed V a Marruecos, que finalmente se produjo el 16 de noviembre de 1955. Su retorno triunfal, desde el aeropuerto de Rabat hasta el Palacio Real, fue recibido con un júbilo indescriptible en cada rincón del reino, con multitudes saliendo a las calles entre vítores y aplausos, marcando un punto de inflexión decisivo en la lucha por la autodeterminación.

A su regreso, Mohammed V fue reafirmado, con un respaldo popular unánime, no solo como el legítimo Sultán sino como el líder indiscutible de la nación en su camino hacia la soberanía plena. Esta posición fortalecida fue crucial, ya que le permitió emprender negociaciones decisivas con el gobierno francés. Su visión, astucia diplomática y el respaldo de un pueblo unido fueron fundamentales para desmantelar gradualmente el sistema del Protectorado y alcanzar la plena soberanía del Reino de Marruecos, formalizada el 2 de marzo de 1956. El "Día de la Revolución", por tanto, celebra la chispa inicial de esta lucha y la profunda conexión entre el Rey y su pueblo que culminó con su regreso, la independencia y la construcción de un Marruecos libre y soberano. Es un testimonio perdurable de valentía, resiliencia y el poder de la unidad nacional.

Preguntas Frecuentes sobre el Día de la Revolución

¿Qué es el Día de la Revolución en Marruecos?
Es una festividad nacional conmemorada el 20 de agosto. Simboliza el inicio de la "Revolución del Rey y del Pueblo", el levantamiento popular que siguió al exilio forzado del Sultán Mohammed V en 1953 y que fue decisivo para el proceso de independencia de Marruecos y el regreso del monarca.
¿Por qué fue exiliado el Sultán Mohammed V?
Fue exiliado el 20 de agosto de 1953 por las autoridades del Protectorado francés debido a su firme postura nacionalista y su resistencia a las políticas coloniales, las cuales buscaban socavar la soberanía y la identidad marroquí. Su presencia era vista como un obstáculo para el control francés de la nación.
¿Cuándo regresó Mohammed V a Marruecos?
El Sultán Mohammed V regresó triunfalmente a Marruecos el 16 de noviembre de 1955, tras años de exilio que incluyeron estancias forzadas en Córcega y Madagascar. Su regreso fue el resultado de la intensa presión popular y las negociaciones con Francia.
¿Qué papel jugó Mohammed V en la independencia de Marruecos?
Mohammed V fue la figura central de la lucha por la independencia. Su exilio unió al pueblo marroquí en una resistencia unificada, conocida como la "Revolución del Rey y del Pueblo". Tras su regreso, lideró las negociaciones que culminaron con la abolición del Protectorado francés y la proclamación de la independencia de Marruecos el 2 de marzo de 1956, estableciendo las bases del Marruecos moderno y soberano.