El Día de Melilla, que se celebra anualmente el 17 de septiembre, es una fecha de singular importancia para esta ciudad autónoma española, ubicada estratégicamente en el norte de África. Más que una festividad nacional genérica, este día conmemora un evento fundamental en la historia de Melilla: su incorporación a la Corona de Castilla en 1497. Fue el 17 de septiembre de ese año cuando Pedro de Estopiñán tomó posesión de la plaza para el Ducado de Medina Sidonia, consolidando su vínculo con el reino de España. Esta peculiaridad la distingue de otras festividades, marcando un momento clave en su identidad y su arraigo histórico a España.

En este día, el pulso de la ciudad se ralentiza considerablemente, ya que es un día festivo oficial para el público en general. La inmensa mayoría de las organizaciones, oficinas y negocios cierran sus puertas, permitiendo a sus ciudadanos disfrutar de un merecido descanso. Sin embargo, para garantizar los servicios esenciales y la comodidad de los melillenses, algunas excepciones importantes permanecen operativas:

En cuanto al transporte público, es común que opere con un horario reducido, similar al de los domingos o días festivos, lo que invita a planificar los desplazamientos con antelación y a disfrutar de la ciudad con un ritmo más pausado.

Celebraciones y Reflexiones en el Día de Melilla

Las conmemoraciones del Día de Melilla suelen ser un reflejo de su carácter, combinando actos oficiales con una atmósfera de recogimiento personal y familiar. Aunque no se caracterizan por desfiles masivos o grandes espectáculos pirotécnicos como otras festividades nacionales españolas, la jornada cobra significado a través de:

El Debate sobre la Soberanía: Una Realidad Subyacente

Aunque el Día de Melilla es mayoritariamente un festivo de celebración y cohesión, también sirve como telón de fondo para la expresión de distintas perspectivas sobre el estatus de la ciudad. Fiel a su historia y ubicación geográfica, Melilla ha sido objeto de reivindicaciones territoriales por parte de Marruecos desde su independencia en 1956. En este contexto, no es infrecuente que algunos grupos, a menudo vinculados a movimientos nacionalistas marroquíes o asociaciones con intereses en la soberanía territorial, aprovechen la visibilidad de la fecha para manifestar sus opiniones. Esto puede darse mediante concentraciones pacíficas, exhibición de pancartas o comunicados, en los que abogan por la integración de Melilla en el Reino de Marruecos.

Estas manifestaciones, aunque minoritarias en comparación con la población general de la ciudad, son una parte ineludible del mosaico político y social de Melilla, un recordatorio de las complejidades geopolíticas de la región y de su particular frontera terrestre con un estado soberano. Sin embargo, la amplia mayoría de la ciudadanía melillense, en su rica diversidad cultural y religiosa, celebra este día como una afirmación inequívoca de la identidad española de su ciudad, honrando su historia y su futuro dentro del marco constitucional español.

Preguntas Frecuentes sobre el Día de Melilla

¿Qué se celebra exactamente el Día de Melilla?
Se conmemora la fecha, el 17 de septiembre de 1497, en la que Melilla fue incorporada a la Corona de Castilla. Es esencialmente el "día fundacional" de la Melilla española, marcando el inicio de su historia como parte de España.
¿Es un día festivo oficial en toda España?
No, el Día de Melilla es un día festivo exclusivamente para la ciudad autónoma de Melilla. No se observa como festivo en el resto del territorio español, lo que lo convierte en una festividad de carácter local y regional.
¿Qué servicios suelen estar abiertos el 17 de septiembre en Melilla?
Generalmente, las panaderías, pastelerías y estaciones de servicio permanecen abiertas para la comodidad de los ciudadanos. Los servicios de emergencia (hospitales, policía, bomberos) operan con normalidad. El transporte público suele tener un horario reducido, operando de manera similar a un día festivo o fin de semana.
¿Por qué hay gente que protesta en el Día de Melilla?
Algunos grupos, vinculados a la reivindicación de Marruecos sobre la soberanía de Melilla, aprovechan esta fecha para expresar su postura. Estas manifestaciones reflejan una perspectiva minoritaria pero existente en el complejo panorama geopolítico de la región, abogando por la integración de la ciudad en el territorio marroquí.