
Batalla de Baton Rouge (1862): qué fue y por qué importó
La Batalla de Baton Rouge, librada el 5 de agosto de 1862 en la parroquia de East Baton Rouge, Luisiana, fue un combate terrestre y fluvial de la Guerra de Secesión. Las fuerzas confederadas trataron de recuperar la capital estatal, pero la guarnición federal, con apoyo de cañoneras del río Misisipi, repelió el asalto y mantuvo el control de la ciudad.
El resultado fue una victoria de la Unión que frenó los intentos confederados de revertir la presencia federal en el bajo Misisipi y confirmó el poder de las operaciones combinadas ejército-flota en el Teatro Occidental.
Contexto: el Misisipi y la lucha por Luisiana
Tras la caída de Nueva Orleans en abril de 1862 ante la escuadra del almirante David G. Farragut, la Unión avanzó río arriba y ocupó Baton Rouge sin oposición significativa en mayo. La ciudad, situada en la orilla oriental del Misisipi, ofrecía un punto logístico y político clave: era la capital estatal y un eslabón en la cadena de control del río.
Para la Confederación, recuperar Baton Rouge significaba debilitar la cabeza de puente federal y proteger el corazón agrícola de Luisiana. El mayor general John C. Breckinridge planificó un ataque terrestre coordinado con la aparición del acorazado confederado CSS Arkansas, con la esperanza de que este último neutralizara a las cañoneras de la Unión y permitiera a la infantería expulsar a la guarnición.
Fuerzas y mandos enfrentados
- Unión: guarnición de aproximadamente 2,500 a 3,000 efectivos bajo el brigadier general Thomas Williams (quien caería en combate). Tras su muerte, el coronel Halbert E. Paine asumió el mando. Unidades representativas incluyeron regimientos como el 4º Wisconsin, 6º Michigan, 7º Vermont y 14º Maine, entre otros. En el río, una pequeña flotilla con la cañonera acorazada USS Essex y buques como USS Kineo, USS Katahdin y USS Sumter brindó apoyo artillero.
- Confederación: fuerza de alrededor de 4,000 a 5,000 hombres dirigida por el mayor general John C. Breckinridge. El plan preveía un ataque al amanecer en dos columnas, aprovechando el terreno y la niebla matutina, coordinado con la llegada del CSS Arkansas, un temido acorazado fluvial confederado.
Desarrollo del combate
Ataque al amanecer y choque en las afueras
En la madrugada del 5 de agosto, con una densa bruma sobre el río y los campos, Breckinridge lanzó su ataque por rutas que convergían en la ciudad, incluida la Greenwell Springs Road. La sorpresa inicial generó un combate intenso en las afueras y dentro de Baton Rouge, con enfrentamientos particularmente duros cerca del Magnolia Cemetery y en torno a los campamentos federales.
En medio de la confusión del humo y la niebla, la línea unionista osciló. El general Thomas Williams fue abatido mientras reorganizaba a sus tropas, un golpe de mando que pudo haber sido decisivo. Sin embargo, el coronel Halbert E. Paine, herido, logró estabilizar la defensa y ordenar una retirada táctica hacia posiciones más cercanas al río, donde el apoyo naval podía ser efectivo.
El papel decisivo de las cañoneras de la Unión
Con las tropas federales replegándose hacia la ribera, la artillería de los buques de guerra de la Unión entró en acción. La USS Essex y otras cañoneras alineadas frente a la ciudad abrieron fuego con artillería de grueso calibre, batiendo los accesos y desbaratando los intentos confederados de consolidar sus ganancias. El bombardeo naval, coordinado con la artillería terrestre, creó zonas de fuego cruzado que ralentizaron el avance sureño y causaron desorganización en sus columnas.
Este empleo de fuego combinado demostró una verdad operativa fundamental de la guerra en el Misisipi: la fuerza que lograba unir infantería, artillería y poder naval en un mismo eje tenía ventaja táctica y psicológica.
El CSS Arkansas: oportunidad perdida
La pieza clave del plan confederado era el CSS Arkansas. Tras su audaz irrupción semanas antes en Vicksburg, su sola presencia podía inclinar la balanza. Sin embargo, problemas mecánicos y de máquinas afectaron de nuevo al buque. El acorazado intentó aproximarse a Baton Rouge para apoyar el asalto, pero sufrió fallos críticos poco antes de entrar en acción efectiva.
Incapaz de maniobrar y ante la perspectiva de quedar a merced de la USS Essex, su tripulación lo evacuó y destruyó cerca de Baton Rouge (6 de agosto), para evitar su captura. La pérdida del Arkansas minó la moral confederada y privó a Breckinridge del elemento naval que podía haber neutralizado las cañoneras federales.
Resultado y bajas
La batalla concluyó con una victoria de la Unión. Las fuerzas confederadas, frenadas por el fuego naval y la resistencia en tierra, se retiraron hacia el interior, principalmente a Camp Moore. El intento de recuperar la capital estatal fracasó y el control federal inmediato de Baton Rouge se mantuvo.
Las cifras de bajas varían según las fuentes, pero de forma aproximada:
- Unión: entre 350 y 450 bajas totales, con alrededor de 80 a 90 muertos, varios centenares de heridos y un número menor de desaparecidos.
- Confederación: entre 300 y 500 bajas, con decenas de muertos y varios centenares de heridos y desaparecidos.
Además del costo humano, la muerte del general Thomas Williams fue un hecho notorio del combate.
Consecuencias estratégicas
- Control del bajo Misisipi: el resultado confirmó el dominio de la Unión en el tramo inferior del río, manteniendo abierta la vía logística y de maniobra fluvial.
- Impulso a Port Hudson: ante la imposibilidad de sostener Baton Rouge, la Confederación reforzó más al norte la fortaleza de Port Hudson, que se convertiría en bastión clave hasta su rendición en julio de 1863.
- Peso de las fuerzas combinadas: la batalla subrayó la eficacia de la cooperación entre tropas de tierra y cañoneras, un patrón que se repetiría en operaciones a lo largo del Misisipi.
- Control político: la Unión frustró el intento de recapturar la capital. Aunque los federales evacuaron temporalmente la ciudad semanas después por razones logísticas y sanitarias, Baton Rouge volvió a quedar bajo control unionista ese mismo año y permaneció así el resto de la guerra.
- Camino a Vicksburg y Port Hudson: la defensa de Baton Rouge contribuyó al cerco posterior del sistema fluvial confederado, culminando en 1863 con las caídas de Vicksburg y Port Hudson, que abrieron el Misisipi por completo a la Unión.
Claves para entender el combate
- Terreno y niebla: el asalto confederado se vio favorecido por la bruma, pero también complicó el mando y control.
- Proximidad al río: la retirada federal hacia la ribera habilitó el apoyo artillero naval decisivo.
- Factor Arkansas: el fracaso mecánico del CSS Arkansas cambió el equilibrio naval en el peor momento para la Confederación.
- Liderazgo bajo presión: pese a la muerte de Williams, el mando de Paine mantuvo cohesionada la defensa.
Línea temporal
- Abril–mayo de 1862: la Unión toma Nueva Orleans y ocupa Baton Rouge.
- 5 de agosto de 1862: Batalla de Baton Rouge; asalto confederado repelido con apoyo de cañoneras.
- 6 de agosto de 1862: destrucción del acorazado confederado CSS Arkansas cerca de Baton Rouge.
- Agosto–otoño de 1862: presencia federal intermitente; la Confederación redirige su esfuerzo a fortificar Port Hudson.
- 1863: caen Vicksburg y Port Hudson; el Misisipi queda bajo control de la Unión.
Importancia histórica
La Batalla de Baton Rouge (1862) ilustra cómo el control de las vías fluviales y la integración de fuerzas podían decidir campañas enteras en el Teatro Occidental. Aunque no fue una batalla de gran escala frente a otras del conflicto, su efecto multiplicador sobre la estrategia del Misisipi fue palpable: negó a la Confederación una victoria política en la capital de Luisiana, debilitó su poder naval en la zona y facilitó la progresión de la Unión hacia los puntos fuertes que aún resistían río arriba.
Preguntas frecuentes
¿Cuándo y dónde se libró la Batalla de Baton Rouge?
El 5 de agosto de 1862, en la parroquia de East Baton Rouge, Luisiana, a orillas del río Misisipi.
¿Quiénes fueron los comandantes principales?
Por la Confederación, el mayor general John C. Breckinridge. Por la Unión, el brigadier general Thomas Williams (muerto en combate) y, tras su caída, el coronel Halbert E. Paine.
¿Cuál fue el papel de las cañoneras de la Unión?
Fueron decisivas. La USS Essex y otras cañoneras artillaron las rutas de aproximación confederadas y brindaron fuego de apoyo que desbarató el asalto.
¿Qué ocurrió con el CSS Arkansas?
El acorazado confederado intentó apoyar el ataque, pero sufrió graves averías y fue destruido por su tripulación cerca de Baton Rouge el 6 de agosto de 1862 para evitar su captura.
¿Quién ganó la batalla?
La Unión obtuvo la victoria, manteniendo el control inmediato de Baton Rouge y frustrando el intento confederado de recuperar la capital estatal.
¿Cuántas bajas hubo?
Las estimaciones varían. En términos generales, la Unión sufrió entre 350 y 450 bajas y la Confederación entre 300 y 500, incluyendo muertos, heridos y desaparecidos.
¿Por qué es importante este combate dentro de la Guerra Civil Estadounidense?
Porque consolidó el dominio federal en el bajo Misisipi, neutralizó una amenaza naval clave y contribuyó indirectamente a las campañas de 1863 que abrieron el río por completo a la Unión.

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