Federico I de Nápoles: El Último Rey Trastámara
Federico I de Nápoles, nacido el 19 de abril de 1452 y fallecido el 9 de noviembre de 1504, fue una figura central en el convulso panorama político italiano de finales del siglo XV y principios del XVI. En ocasiones, se le encuentra mencionado como Federico IV o Federico de Aragón, apodos que reflejan su linaje y las complejas interacciones dinásticas de la época. Su reinado, que abarcó desde 1496 hasta 1501, lo posicionó como el último monarca de la rama napolitana de la Casa de Trastámara, un periodo que marcó el ocaso de la autonomía del Reino de Nápoles y el inicio de la dominación de potencias extranjeras.
Linaje y Ascenso al Trono
El linaje de Federico lo conectaba directamente con la realeza aragonesa y castellana. Era el segundo hijo del astuto y poderoso Fernando I de Nápoles, conocido popularmente como "Ferrante". Por ende, era hermano menor de Alfonso II, quien tuvo un breve y turbulento reinado, y tío de Fernando II de Nápoles, su sobrino. La sucesión al trono napolitano fue un asunto complicado: Fernando I fue sucedido por Alfonso II, quien abdicó tras la invasión de Carlos VIII de Francia; luego Fernando II, el sobrino, recuperó el trono brevemente tras la retirada francesa. Federico ascendió al poder en 1496 tras el fallecimiento de su sobrino Fernando II, en un momento de gran inestabilidad. La Casa de Trastámara había llegado a Nápoles en 1442 con Alfonso V de Aragón, y aunque de origen español, había establecido una dinastía firmemente enraizada en el sur de Italia.
Las Guerras Italianas y la Presión Geopolítica
El breve reinado de Federico se desarrolló en el epicentro de las llamadas Guerras Italianas, un periodo de intensos y prolongados conflictos (1494-1559) que vieron a las principales potencias europeas, como Francia y España, disputarse el control de la rica y estratégicamente vital península itálica. Nápoles, con su puerto fundamental y su potencial económico, era un premio sumamente codiciado. Desde 1494, el rey Carlos VIII de Francia había reavivado las antiguas reclamaciones angevinas sobre el Reino de Nápoles, culminando en una invasión y ocupación temporal. Aunque Carlos VIII fue finalmente expulsado y el trono de Nápoles fue recuperado por los Trastámara, la ambición francesa por el control del sur de Italia persistía. Su sucesor, Luis XII de Francia, no tardó en retomar estas aspiraciones, buscando, en esta ocasión, una alianza estratégica.
La Alianza Fatídica y la Caída de Federico
El destino de Federico I fue sellado por una formidable alianza entre Luis XII de Francia y el astuto primo de Federico, el rey Fernando II de Aragón, universalmente conocido como "el Católico". Fernando, ya monarca de Aragón y Sicilia, también albergaba sus propias y bien fundamentadas pretensiones dinásticas sobre Nápoles, arraigadas en la línea aragonesa que había gobernado el reino. En un movimiento diplomático de gran trascendencia, ambos monarcas firmaron en secreto el Tratado de Granada en 1500, acordando la partición del Reino de Nápoles entre ellos. Frente a una coalición tan abrumadora, Federico I de Nápoles, carente de las fuerzas militares y el apoyo internacional necesarios para resistir, fue depuesto en 1501. Su breve y desafortunado reinado llegó a su fin, marcando la desaparición de la rama napolitana de los Trastámara y la independencia del reino.
Consecuencias y la Dominación Española
Tras la deposición de Federico, el Reino de Nápoles fue inicialmente dividido conforme al Tratado de Granada, con Luis XII obteniendo la parte septentrional y Fernando II la meridional, que incluía la estratégica Calabria y ya conectaba con Sicilia bajo control aragonés. Sin embargo, la coexistencia fue efímera. Las disputas por la delimitación precisa de las fronteras y el control total del reino no tardaron en degenerar en una guerra abierta entre franceses y españoles en suelo napolitano. Gracias a la brillante estrategia y capacidad militar del general español Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como "el Gran Capitán", las fuerzas españolas lograron victorias decisivas en batallas clave como la de Cerignola (1503) y el Garellano (1503). Como resultado, en 1504, Fernando II de Aragón consolidó el control completo sobre Nápoles, integrándolo plenamente en las posesiones de la Corona de Aragón y, por extensión, en la emergente Monarquía Hispánica. Nápoles permanecería bajo dominio español durante más de dos siglos, hasta el final de la Guerra de Sucesión Española a principios del siglo XVIII (Tratado de Utrecht, 1713), un periodo que dejó una profunda huella cultural, económica y política en el sur de Italia.
Legado Histórico
El reinado de Federico I, aunque breve y eclipsado por las ambiciones de potencias mayores, simboliza la culminación de un periodo de gran inestabilidad en la península italiana y la transición de Nápoles hacia un nuevo orden geopolítico. Su figura, la del último Trastámara napolitano, representa la lucha por la preservación de la autonomía de un reino frente a la imparable consolidación de los grandes estados nacionales europeos. Su destino final fue un reflejo de la implacable Realpolitik de su tiempo.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
- ¿Quién fue Federico I de Nápoles?
- Fue el último rey de Nápoles de la rama napolitana de la Casa de Trastámara, gobernando de 1496 a 1501, en un periodo de intensas Guerras Italianas. Nació en 1452 y falleció en 1504.
- ¿Por qué se le llama a veces Federico IV o Federico de Aragón?
- Se le llama Federico IV para diferenciarlo de otros Federicos históricos que gobernaron en diferentes territorios. "Federico de Aragón" hace referencia a su linaje, ya que la Casa de Trastámara en Nápoles era una rama de la Casa Real de Aragón.
- ¿Qué era la Casa de Trastámara y cuál era su conexión con Nápoles?
- La Casa de Trastámara fue una dinastía de origen castellano que gobernó en Castilla, Aragón, Sicilia y Nápoles. Su rama napolitana fue establecida por Alfonso V de Aragón en 1442, convirtiendo el Reino de Nápoles en una posesión aragonesa y luego independiente bajo esta línea hasta el reinado de Federico I.
- ¿Qué llevó a la caída de Federico I?
- Su caída fue precipitada por una alianza secreta entre el rey Luis XII de Francia y su primo, el rey Fernando II de Aragón ("el Católico"). Estos monarcas firmaron el Tratado de Granada (1500) para repartirse Nápoles, y con las fuerzas combinadas, depusieron a Federico en 1501.
- ¿Qué ocurrió con Nápoles después de la deposición de Federico?
- Inicialmente, Nápoles fue dividido entre Francia y Aragón. Sin embargo, las disputas por el control total llevaron a una guerra entre ambos. Las victorias españolas, lideradas por Gonzalo Fernández de Córdoba, resultaron en que Fernando II de Aragón tomara el control completo de Nápoles en 1504.
- ¿Cuánto tiempo permaneció Nápoles bajo dominio español?
- Nápoles permaneció como una posesión de la Corona de Aragón y, posteriormente, de la Monarquía Hispánica durante más de dos siglos, desde 1504 hasta el final de la Guerra de Sucesión Española a principios del siglo XVIII (específicamente, hasta el Tratado de Utrecht en 1713).

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