El 1 de junio de 1846, la Iglesia Católica y los Estados Pontificios lamentaron el fallecimiento del Papa Gregorio XVI, un pontífice cuyo reinado estuvo marcado por una firme postura conservadora en una Europa crecientemente agitada por ideas liberales y nacionalistas. Tras su deceso, se activaron los mecanismos para la elección de su sucesor, una tarea monumental que recaería sobre el Colegio Cardenalicio.
Según la tradición y las normas eclesiásticas, el cónclave papal de 1846 comenzó el 14 de junio, apenas unos días después de los "Novendiales" –los nueve días de luto y preparación. Un total de cincuenta de los sesenta y dos cardenales electores se congregaron en el majestuoso Palacio del Quirinal en Roma. Este palacio, que sirvió como residencia papal durante siglos, ya había sido el escenario de dos cónclaves anteriores en el siglo XIX (el de 1823 y el de 1829), lo que lo convertía en un lugar con profunda resonancia histórica para la elección del Sumo Pontífice.
La elección de un nuevo Papa en 1846 no era una simple cuestión espiritual; implicaba discernir al líder de la Iglesia Católica y, simultáneamente, al jefe de estado y gobierno de los extensos Estados Pontificios. Estas tierras, que abarcaban desde los alrededores de Roma hasta vastas porciones del norte y centro de Italia, representaban un poder temporal significativo para la Iglesia. La persona elegida debía, por tanto, ser capaz de navegar tanto las complejidades teológicas como las crecientes tensiones políticas y sociales que amenazaban la soberanía papal en una península italiana que anhelaba la unificación, un movimiento conocido como el Risorgimento.
El Contexto Político y las Facciones Cardenalicias
El ambiente que rodeaba el cónclave estaba cargado de expectación y división. La Europa de mediados del siglo XIX bullía con ideales de cambio, y los Estados Pontificios no eran inmunes a estas corrientes. Dentro del Colegio Cardenalicio, se delinearon claramente dos facciones principales, cada una con una visión distinta para el futuro de la Iglesia y de sus dominios temporales.
- La facción conservadora ("zelanti"):
- Liderada por figuras como el Cardenal Luigi Lambruschini, quien había sido Secretario de Estado de Gregorio XVI, esta corriente abogaba por mantener la línea dura de su predecesor. Promovían una estricta adhesión a la tradición, la supresión de las ideas liberales y el fortalecimiento del poder absoluto del Papa tanto en lo espiritual como en lo temporal, incluso a riesgo de alienar a algunas potencias europeas.
- La facción liberal ("moderados"):
- Con el Cardenal Pasquale Gizzi como uno de sus principales exponentes, este grupo era consciente de la necesidad de reformas administrativas y políticas dentro de los Estados Pontificios. Creían que una apertura cautelosa a ciertas ideas liberales y una modernización de la gobernanza podrían asegurar la viabilidad de los dominios papales frente al creciente sentimiento nacionalista italiano y evitar conflictos, buscando una reconciliación con la modernidad.
La tensión entre estas dos visiones era palpable, y el futuro de la Iglesia, así como el destino de sus territorios, dependía de cuál de estas sensibilidades prevalecería en la votación. La complejidad del momento exigía no solo un pastor espiritual, sino también un líder con la capacidad de un estadista astuto.
La Elección de un Nuevo Pontífice
Tras varios días de escrutinios, y en un proceso que se caracterizó por una sorprendente rapidez para la época, se hizo evidente que la búsqueda de un candidato de compromiso era imperativa. Finalmente, el 16 de junio de 1846, en la cuarta votación, el Cardenal Giovanni Maria Mastai Ferretti fue elegido Papa. Adoptó el nombre de Pío IX, y su pontificado, que se extendería por más de tres décadas (el más largo en la historia papal después de San Pedro), sería uno de los más largos de la historia y estaría marcado por algunos de los eventos más trascendentales para la Iglesia Católica y la unificación de Italia, incluyendo la eventual pérdida de los Estados Pontificios.
Preguntas Frecuentes sobre el Cónclave Papal de 1846
- ¿Qué evento precipitó el Cónclave de 1846?
- El cónclave se convocó tras el fallecimiento del Papa Gregorio XVI el 1 de junio de 1846, cuyo pontificado había sido marcadamente conservador.
- ¿Dónde tuvo lugar el cónclave?
- Se celebró en el Palacio del Quirinal en Roma, un histórico palacio papal que ya había albergado dos cónclaves anteriores en el siglo XIX.
- ¿Cuántos cardenales participaron en la elección?
- Cincuenta de los sesenta y dos miembros del Colegio Cardenalicio estuvieron presentes y participaron en la votación para elegir al nuevo pontífice.
- ¿Cuál era la doble función del Papa en aquel entonces?
- Además de ser el líder espiritual de la Iglesia Católica, el Papa también ejercía como jefe de estado y gobierno de los vastos y estratégicamente importantes Estados Pontificios en Italia.
- ¿Qué desafíos políticos enfrentaban los cardenales al elegir un Papa?
- Debían elegir a un pontífice capaz de gestionar las crecientes presiones del liberalismo y el nacionalismo en Italia, que amenazaban la soberanía temporal de los Estados Pontificios y exigían reformas.
- ¿Quién fue elegido Papa en el Cónclave de 1846?
- El Cardenal Giovanni Maria Mastai Ferretti fue elegido y adoptó el nombre de Pío IX, cuyo largo pontificado tendría un impacto profundo en la historia de la Iglesia.
- ¿Cuánto duró el Cónclave de 1846?
- Fue relativamente breve, comenzando el 14 de junio y concluyendo con la elección de Pío IX el 16 de junio de 1846, lo que sorprendió a muchos por su celeridad.

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