Zenón, emperador bizantino (n. 425)
Flavio Zenón, cuyo nombre de nacimiento era Tarasicodissa y que adoptaría el nombre de Zenón al asumir el trono, nació alrededor del año 425 en Isauria, una región montañosa de Asia Menor. Su vida culminaría el 9 de abril de 491. Fue una figura central y controvertida en la historia del Imperio Romano de Oriente, sirviendo como emperador en dos periodos distintos: primero de 474 a 475, y luego, tras una breve interrupción, de 476 hasta su muerte en 491. Su reinado, que transcurrió en una época de profundos cambios y convulsiones, estuvo marcado tanto por incesantes revueltas internas y una aguda disensión religiosa, como por éxitos significativos en el ámbito de la política exterior. A pesar de las turbulencias, se le reconoce una contribución fundamental a la estabilización del Imperio de Oriente, precisamente en un momento crítico que vio el fin formal del Imperio Romano de Occidente.
Los Orígenes y el Ascenso al Trono
Tarasicodissa, de origen isaurio, ascendió en el escalafón militar del Imperio de Oriente gracias a su habilidad y ambición. Los isaurios, a menudo vistos con recelo por la élite constantinopolitana, eran guerreros fieros y leales, lo que permitió a Tarasicodissa ganarse el favor del emperador León I. Para integrarse más en la corte y consolidar su posición, se casó con Ariadna, la hija de León I, y adoptó el nombre griego de Zenón. Tras la muerte de León I y el breve reinado de su nieto, León II (también hijo de Zenón y Ariadna), Zenón fue proclamado emperador en 474, un ascenso que generaría resentimiento en sectores de la aristocracia y el ejército que veían a los isaurios como extranjeros.
Un Reinado Marcado por la Turbulencia Interna
El primer periodo del reinado de Zenón fue rápidamente interrumpido por la ambición. Su cuñado, Basilisco, hermano de la emperatriz Verina (suegra de Zenón), orquestó un golpe de estado en 475. Zenón se vio obligado a huir de Constantinopla, refugiándose en su natal Isauria, mientras Basilisco asumía el púrpura imperial. Sin embargo, la impopularidad de Basilisco, debida en parte a su política religiosa y a la corrupción de su administración, permitió a Zenón reagrupar sus fuerzas. Con el apoyo de su leal general isaurio, Ilos, Zenón regresó triunfalmente a la capital en 476, recuperando su trono y condenando a Basilisco al exilio y la muerte. No obstante, la paz fue efímera; la turbulencia continuó con la prolongada revuelta de Marciano (479), el hijo del anterior emperador de Occidente, y la peligrosa rebelión del propio Ilos, quien se levantó contra Zenón en 484, un conflicto que tardaría años en ser sofocado y que ilustra la constante lucha de Zenón por mantener el control.
El Ocaso del Imperio Romano de Occidente y la Política Exterior
Uno de los eventos más trascendentales durante el reinado de Zenón fue el colapso definitivo del Imperio Romano de Occidente. En 476, Odoacro, un líder germánico, depuso al último emperador romano occidental, Rómulo Augústulo. Aunque Zenón no intervino militarmente para evitar esta caída, su diplomacia fue clave en el reordenamiento político. Odoacro envió las insignias imperiales a Constantinopla, reconociendo implícitamente la autoridad de Zenón como único emperador, a cambio de que Zenón lo legitimara como gobernante de Italia con el título de "patricio". Unos años más tarde, la muerte de Julio Nepote, el emperador occidental legítimo (aunque sin control real de Italia), en 480, cimentó aún más la posición de Zenón como el único emperador romano reconocido de jure. Este astuto manejo de la situación, al validar a un líder germánico como su representante en Italia, permitió a Zenón desviar la atención de las amenazas bárbaras de Occidente hacia otros problemas. En cuanto a la política exterior, Zenón también demostró habilidad al lidiar con los belicosos Ostrogodos, quienes representaban una amenaza constante para los Balcanes. Utilizó la táctica de "divide y vencerás" entre los líderes ostrogodos Teodorico el Amalo y Teodorico Estrabón. Finalmente, en un movimiento maestro, Zenón incentivó a Teodorico el Amalo a invadir Italia y derrocar a Odoacro en 488, resolviendo así dos problemas a la vez: librarse de una amenaza bárbara en sus fronteras y restaurar, al menos formalmente, una conexión imperial con Italia, aunque fuera bajo un rey godo leal al Imperio de Oriente.
La Controversia Monofisita y el Henotikon
Además de los desafíos políticos y militares, Zenón se enfrentó a una profunda disensión religiosa que amenazaba la unidad del Imperio: la controversia monofisita. El monofisismo, una doctrina teológica que sostenía que Cristo poseía una única naturaleza (divina), entraba en conflicto con el credo calcedonio, que afirmaba que Cristo tenía dos naturalezas distintas, una divina y otra humana, unidas en una sola persona (unión hipostática). Esta disputa, que dividía a las provincias orientales, especialmente Egipto y Siria, del resto del Imperio y de Roma, generaba inestabilidad y revueltas. Para intentar sanar esta división, Zenón, bajo la influencia del Patriarca Acacio de Constantinopla, promulgó en 482 el Henotikon, o "Instrumento de Unión". Este edicto buscaba un compromiso teológico, evitando las definiciones explícitas de Calcedonia y centrándose en formulaciones más generales aceptables para ambas facciones. Fue firmado por todos los obispos orientales con el propósito de restaurar la armonía eclesiástica.
El Fracaso del "Instrumento de Unión"
A pesar de sus buenas intenciones, el Henotikon resultó ser profundamente impopular. No logró satisfacer ni a los monofisitas más estrictos, que lo veían como una dilución de sus creencias, ni a los calcedonios ortodoxos, quienes lo consideraban una traición al Concilio de Calcedonia y una injerencia indebida del emperador en asuntos dogmáticos. El Papa Félix III de Roma condenó enérgicamente el Henotikon y excomulgó al Patriarca Acacio, dando inicio al Cisma Acaciano (484-519), una ruptura entre las Iglesias de Roma y Constantinopla que duraría décadas. Este cisma debilitó la autoridad religiosa de Zenón y demostró los límites del poder imperial en cuestiones dogmáticas. Finalmente, la impopularidad y la ineficacia del Henotikon llevaron a su abandono bajo el sucesor de Zenón, el emperador Justino I.
Legado y Valoración Histórica
Flavio Zenón, a pesar de un reinado plagado de conspiraciones, guerras civiles y conflictos religiosos, dejó una huella duradera. Su habilidad para navegar por las turbulentas aguas políticas de su tiempo, gestionando tanto a los bárbaros externos como las facciones internas, fue crucial para la supervivencia y la estabilización del Imperio Romano de Oriente. Al dirigir a los Ostrogodos hacia Italia, resolvió una amenaza inmediata y consolidó la frontera oriental. Aunque su intento de unidad religiosa a través del Henotikon fracasó, la idea de un emperador como guardián de la ortodoxia y la unidad de la Iglesia persistiría. Su reinado fue un puente entre el fin del mundo romano occidental y el surgimiento del Imperio Bizantino, sentando las bases para futuras dinastías y la continuidad del poder imperial en Oriente.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
- ¿Quién fue Flavio Zenón?
- Flavio Zenón, cuyo nombre original era Tarasicodissa, fue un emperador romano oriental de origen isaurio que gobernó en dos periodos: de 474 a 475 y de 476 a 491. Es recordado por su habilidad para estabilizar el Imperio de Oriente a pesar de las grandes turbulencias de su época.
- ¿Por qué su reinado tuvo dos periodos distintos?
- Su primer reinado fue interrumpido brevemente en 475 por un golpe de estado orquestado por su cuñado Basilisco. Zenón huyó a Isauria pero regresó y recuperó el trono en 476, iniciando su segundo y más largo periodo de gobierno.
- ¿Cuál fue el papel de Zenón en el fin del Imperio Romano de Occidente?
- Zenón fue el emperador de Oriente cuando Odoacro depuso a Rómulo Augústulo en 476. Aunque no intervino militarmente, Zenón reconoció a Odoacro como "patricio" de Italia, manteniendo la ficción de la unidad imperial bajo su autoridad y desviando la amenaza ostrogoda de sus propias fronteras hacia Occidente.
- ¿Qué fue el Henotikon?
- El Henotikon, o "Instrumento de Unión", fue un edicto religioso promulgado por Zenón en 482 con el objetivo de resolver la controversia monofisita. Intentaba reconciliar a las facciones teológicas opuestas evitando definiciones dogmáticas explícitas sobre la naturaleza de Cristo y centrándose en creencias compartidas.
- ¿Por qué fracasó el Henotikon?
- El Henotikon fue impopular porque no logró satisfacer completamente ni a los monofisitas ni a los calcedonios ortodoxos. Fue percibido como un compromiso insuficiente o una traición, lo que llevó a un cisma con la Iglesia de Roma (Cisma Acaciano) y fue finalmente abandonado bajo el emperador Justino I.
- ¿Cómo logró Zenón estabilizar el Imperio Romano de Oriente?
- Zenón lo logró a través de una combinación de astucia diplomática, especialmente al manejar a los pueblos germánicos como los Ostrogodos (a quienes dirigió hacia Italia para evitar que amenazaran Constantinopla), y sofocando múltiples revueltas internas. Su gestión, aunque difícil, permitió al Imperio de Oriente consolidar sus fronteras y mantener su estructura administrativa y militar.