Eduard Hitzig, neurólogo y psiquiatra alemán (m. 1907)

Eduard Hitzig (6 de febrero de 1838 - 20 de agosto de 1907) fue un neurólogo y neuropsiquiatra alemán de ascendencia judía nacido en Berlín.

Estudió medicina en las universidades de Berlín y Würzburg bajo la instrucción de hombres famosos como Emil Du Bois-Reymond (1818–1896), Rudolf Virchow (1821–1902), Moritz Heinrich Romberg (1795–1873) y Karl Friedrich Otto. Westphal (1833–1890). Recibió su doctorado en 1862 y posteriormente trabajó en Berlín y Würzburg. En 1875, se convirtió en director del asilo Burghölzli, así como profesor de psiquiatría en la Universidad de Zúrich. En 1885, Hitzig se convirtió en profesor en la Universidad de Halle, donde permaneció hasta su jubilación en 1903.

Hitzig es recordado por su trabajo sobre la interacción entre la corriente eléctrica y el cerebro. En 1870, Hitzig, con la ayuda del anatomista Gustav Fritsch (1837-1927), aplicó electricidad a través de una sonda delgada a la corteza cerebral expuesta de un perro sin anestesia. Estos estudios los realizaron en casa de Fritsch porque la Universidad de Berlín no permitía tal experimentación en sus laboratorios. Lo que Hitzig y Fritsch habían descubierto es que la estimulación eléctrica de diferentes áreas del cerebro provocaba contracciones musculares involuntarias de partes específicas del cuerpo del perro. Identificaron la "franja motora" del cerebro, una franja vertical de tejido cerebral en el cerebro en la parte posterior del lóbulo frontal, que controla diferentes músculos del cuerpo. En 1870, Hitzig publicó sus hallazgos en un ensayo llamado Ueber die elektrische Erregbarkeit des Grosshirns (Sobre la excitabilidad eléctrica del cerebro). Esta experimentación se consideró la primera vez que alguien había realizado un estudio localizado sobre el cerebro y la corriente eléctrica.

Sin embargo, esta no era la primera vez que Hitzig experimentaba la interacción entre el cerebro y la electricidad; Al principio de su carrera como médico que trabajaba con el ejército prusiano, experimentó con soldados heridos cuyos cráneos fueron fracturados por balas. Hitzig notó que aplicar una pequeña corriente eléctrica al cerebro de estos soldados provocaba un movimiento muscular involuntario.

El trabajo de Hitzig y Fritsch abrió la puerta a más pruebas localizadas del cerebro por parte de muchos otros, incluido el neurólogo escocés David Ferrier.