Después de una noche de negociaciones, el Senado acepta a Claudio como emperador romano.

Claudio ( KLAW-dee-əs; Tiberius Claudius Caesar Augustus Germanicus; 1 de agosto de 10 a. C. - 13 de octubre de 54 d. C.) fue el cuarto emperador romano, que gobernó entre el 41 y el 54 d. C. Miembro de la dinastía Julio-Claudia, Claudio nació para Druso y Antonia Menor en Lugdunum en la Galia romana, donde su padre estaba destinado como legado militar. Fue el primer emperador romano nacido fuera de Italia. No obstante, Claudio era un itálico de origen sabino. Debido a que padecía una cojera y una leve sordera debido a una enfermedad a una edad temprana, su familia lo excluyó del ostracismo y lo excluyó de los cargos públicos hasta su consulado (que compartió con su sobrino, Calígula, en 37).

La enfermedad de Claudio probablemente lo salvó del destino de muchos otros nobles durante las purgas durante los reinados de Tiberio y Calígula, ya que los enemigos potenciales no lo veían como una amenaza seria. Su supervivencia lo llevó a ser declarado emperador por la Guardia Pretoriana después del asesinato de Calígula, momento en el que fue el último varón adulto de su familia. A pesar de su falta de experiencia, Claudio demostró ser un administrador capaz y eficiente. Amplió la burocracia imperial para incluir a los libertos y ayudó a restaurar las finanzas del imperio después del exceso del reinado de Calígula. También fue un constructor ambicioso, construyendo muchas carreteras, acueductos y canales nuevos en todo el Imperio. Durante su reinado, el Imperio comenzó su exitosa conquista de Gran Bretaña.

Teniendo un interés personal en la ley, presidió juicios públicos y emitió hasta veinte edictos por día. Fue visto como vulnerable a lo largo de su reinado, particularmente por elementos de la nobleza. Claudio se vio constantemente obligado a reforzar su posición, lo que resultó en la muerte de muchos senadores. Esos eventos dañaron su reputación entre los escritores antiguos, aunque historiadores más recientes han revisado esa opinión. Muchos autores afirman que fue asesinado por su propia esposa, Agripina la Joven. Después de su muerte a la edad de 63 años, Nerón, su sobrino nieto e hijastro adoptado legalmente, lo sucedió como emperador.