El vuelo 405 de USAir se estrella poco después de despegar del aeropuerto LaGuardia de la ciudad de Nueva York, lo que lleva a una serie de estudios sobre el efecto que tiene el hielo en los aviones.

El vuelo 405 de USAir era un vuelo nacional de pasajeros programado regularmente entre el aeropuerto LaGuardia en Queens, ciudad de Nueva York, Nueva York y Cleveland, Ohio. El 22 de marzo de 1992, un USAir Fokker F28, matrícula N485US, que volaba la ruta, se estrelló con mal tiempo en una posición parcialmente invertida en Flushing Bay, poco después del despegue de LaGuardia. El tren de aterrizaje se despegó de la pista, pero el avión no logró levantarse y voló solo varios metros sobre el suelo. Luego, la aeronave se salió de la pista y golpeó varias obstrucciones antes de detenerse en Flushing Bay, justo más allá del final de la pista. De las 51 personas a bordo, 27 murieron, incluido el capitán y un miembro de la tripulación de cabina.

Un accidente similar había ocurrido tres años antes, cuando el vuelo 1363 de Air Ontario se estrelló poco después del despegue en el aeropuerto regional de Dryden después de que se acumulara hielo en las alas y el fuselaje. De los 69 pasajeros y tripulantes, 24 murieron.

La investigación posterior reveló que, debido a un error del piloto, procedimientos inadecuados de deshielo en LaGuardia y varias demoras prolongadas, se había acumulado una gran cantidad de hielo en las alas y el fuselaje. Este hielo interrumpió el flujo de aire sobre el ala, aumentando la resistencia y reduciendo la sustentación, lo que impidió que el avión se despegara de la pista.: 77  La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte concluyó que la tripulación de vuelo desconocía la cantidad de hielo que se había acumulado después del avión. se retrasó por el intenso tráfico terrestre que se dirigía a la pista. El informe también enumeró el hecho de que la aeronave había comenzado su rotación de despegue demasiado pronto a una velocidad más baja que la estándar como un factor que contribuyó al accidente.

Los investigadores también encontraron que los procedimientos de deshielo en LaGuardia eran deficientes. Si bien el avión sufrió un retraso de hasta 35 minutos, descubrieron que el líquido descongelante que se usaba en el aeropuerto y en la mayoría de las aerolíneas comerciales de los Estados Unidos solo era efectivo durante 15 minutos. El accidente dio lugar a una serie de estudios sobre el efecto que tiene el hielo en las aeronaves y varias recomendaciones sobre técnicas de prevención.