David Calderwood (1575 – 29 de octubre de 1650) se erige como una figura central y compleja en la historia de la Iglesia de Escocia, un ministro presbiteriano, teólogo e historiador cuyas convicciones lo llevaron a la adversidad y al exilio, pero también a ver el triunfo de sus principios. Su vida transcurrió en una época de profundos conflictos religiosos y políticos, marcada por la lucha entre el presbiterianismo y el episcopado en Escocia.
Un Inconformista en Tiempos de Conflicto
El fervor religioso de Calderwood no tardó en chocar con las políticas eclesiásticas de la corona. En el convulso siglo XVII, la Iglesia de Escocia se debatía entre la forma presbiteriana de gobierno, que defendía la autoridad de los ancianos y las asambleas, y el episcopado, promovido por los monarcas Jacobo VI (quien también fue Jacobo I de Inglaterra) y más tarde Carlos I, buscando alinear la iglesia escocesa con la anglicana. David Calderwood fue un firme defensor de la pureza presbiteriana, una postura que lo llevó a ser desterrado de su tierra natal. Su "inconformismo" no era una mera objeción personal, sino una defensa teológica y eclesiástica de lo que consideraba la verdadera forma de la Iglesia de Cristo, libre de la injerencia real y la jerarquía episcopal.
Hacia 1617, tras ser depuesto de su parroquia de Crailing y, posteriormente, exiliado, Calderwood encontró refugio y un hogar intelectual en los Países Bajos, un centro de pensamiento protestante y tolerancia relativa. Este exilio, aunque doloroso, le proporcionó el ambiente y el tiempo necesarios para profundizar en sus estudios y consolidar su obra más influyente.
El Altare Damascenum: Una Obra Monumental
Fue durante su estancia en los Países Bajos donde Calderwood compuso su magnum opus, el Altare Damascenum, seu Politia Ecclesiae Anglicanae obtrusa Ecclesiae Scoticanae (El Altar de Damasco, o la Política de la Iglesia Anglicana impuesta a la Iglesia Escocesa), publicado en 1623. Esta obra no era simplemente una crítica, sino un asalto frontal y meticulosamente argumentado contra la imposición del episcopado y las prácticas litúrgicas de la Alta Iglesia Anglicana sobre la Iglesia de Escocia. Con una erudición formidable, Calderwood desmanteló sistemáticamente el sistema episcopal, no solo desde una perspectiva teológica, sino también histórica y legal. Demostró una paciencia y una perseverancia extraordinarias al escudriñar cada aspecto del sistema, respaldando sus argumentos con referencias exhaustivas a las Sagradas Escrituras, las enseñanzas de los Padres de la Iglesia y las leyes canónicas. Su objetivo era demostrar que el episcopado era una innovación ajena a la tradición apostólica y una desviación de la fe reformada.
El Regreso y el Triunfo de los Principios
Tras años de exilio y una lucha incansable, David Calderwood tuvo la rara satisfacción de presenciar el triunfo de los principios por los que había sufrido y defendido con tanta vehemencia. La resistencia a las reformas litúrgicas del rey Carlos I en Escocia, particularmente la imposición del Libro de Oración Común en 1637, catalizó el movimiento Covenanter y la firma del National Covenant. Esta efervescencia religiosa y política allanó el camino para la trascendental Asamblea General de Glasgow en 1638. Calderwood, habiendo regresado a Escocia, estuvo presente en esta histórica asamblea. Con sus propios ojos, vio cómo el episcopado, que había sido la causa de su destierro y el blanco de su obra maestra, y la liturgia de la alta iglesia anglicana eran radicalmente "barridos" y declarados ilegales. Fue un momento de validación profunda para él y para el movimiento presbiteriano en Escocia.
Últimos Años y Legado Duradero
A pesar de haber vivido para ver el triunfo de sus convicciones, los últimos años de Calderwood no estuvieron exentos de dificultades. La compleja y a menudo violenta política de la época significó que incluso después de la victoria presbiteriana, la estabilidad era efímera. Falleció el 29 de octubre de 1650 en Jedburgh, encontrándose en ese momento, irónicamente, como un fugitivo de su parroquia de Pencaitland, lo cual subraya la persistente inestabilidad política y religiosa de Escocia. Sus restos fueron llevados al cementerio de Crailing, el mismo lugar donde había iniciado su ministerio muchos años antes, cerrando así un círculo de vida dedicado al servicio y a la defensa de sus ideales. Más allá de su papel como teólogo y polemista, David Calderwood también es reconocido como un importante historiador eclesiástico. Su monumental History of the Kirk of Scotland (Historia de la Iglesia de Escocia), aunque publicada póstumamente en parte, es una fuente invaluable para comprender la Reforma escocesa y los turbulentos eventos del siglo XVII, solidificando su legado como una de las voces más influyentes y comprometidas de su era.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
- ¿Quién fue David Calderwood?
- David Calderwood (1575-1650) fue un influyente ministro presbiteriano, teólogo e historiador de la Iglesia de Escocia, conocido por su firme defensa del presbiterianismo frente al episcopado anglicano.
- ¿Por qué fue desterrado?
- Fue desterrado de Escocia por su "inconformismo", es decir, por su oposición y crítica a los intentos de los reyes Jacobo VI y Carlos I de imponer el gobierno episcopal y las prácticas litúrgicas anglicanas sobre la Iglesia presbiteriana de Escocia.
- ¿Cuál es la importancia del Altare Damascenum?
- El Altare Damascenum (1623) es su obra más célebre. Es un tratado erudito y polémico que atacaba sistemáticamente el episcopado anglicano, argumentando contra su legitimidad bíblica, histórica y canónica. Se convirtió en una referencia clave para los defensores del presbiterianismo.
- ¿Qué sucedió en la Asamblea de Glasgow de 1638?
- La Asamblea General de Glasgow de 1638 fue un evento decisivo en la historia escocesa, donde, bajo la presión del movimiento Covenanter, el episcopado y la liturgia de la Alta Iglesia Anglicana fueron abolidos formalmente en Escocia, restableciendo el presbiterianismo como la forma de gobierno de la iglesia. Calderwood estuvo presente en esta asamblea.
- ¿Cuál es el legado de David Calderwood?
- Su legado perdura no solo como un firme defensor del presbiterianismo escocés, sino también como un historiador eclesiástico clave. Su History of the Kirk of Scotland es una fuente primaria vital para el estudio de la Reforma Escocesa y los conflictos religiosos del siglo XVII. Su vida ejemplifica la lucha por la libertad de conciencia y la defensa de los principios religiosos frente a la autoridad real.

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