William Tyndale (c. 1494–1536) fue un erudito bíblico y uno de los motores de la Reforma protestante en lengua inglesa. En 1528 publicó en Amberes su tratado más divulgado, «La obediencia del hombre cristiano», donde defendió que el monarca de cada país debía ser cabeza de la Iglesia nacional, no el papa. Al mismo tiempo, su traducción de la Biblia al inglés marcó para siempre el idioma y la espiritualidad de millones de personas.
¿Quién fue William Tyndale?
Tyndale fue un lingüista y teólogo inglés que, influido por las ideas reformadoras de figuras como Martín Lutero, persiguió un objetivo audaz: poner la Escritura en manos del pueblo llano en su propia lengua. Su trabajo como traductor y polemista le situó en el centro de los debates sobre autoridad, conciencia y gobierno eclesiástico en el turbulento primer tercio del siglo XVI. Tras años de exilio, persecución y trabajo clandestino, fue ejecutado por herejía en 1536, cerca de Bruselas.
«La obediencia del hombre cristiano» (1528): contexto y propósito
Publicada por Merten de Keyser en Amberes, la obra apareció originalmente con ortografía de su época: «The Obedience of a Christen man, and how Christen rulers ought to govern, wherein also (if thou mark diligently) thou shalt find eyes to perceive the crafty convience of all iugglers». Hoy se cita de forma abreviada y modernizada como «The Obedience of a Christian Man» o en español «La obediencia del hombre cristiano».
El libro nació como respuesta a dos preocupaciones centrales: por un lado, la convicción de Tyndale de que la Biblia debía regir la vida del creyente y de la comunidad; por otro, su crítica a los abusos y privilegios de estructuras eclesiásticas que, a su juicio, oscurecían la autoridad de la Escritura. El tratado busca formar tanto a súbditos como a gobernantes en principios de gobierno cristiano.
Tesis centrales del tratado
- Supremacía de la Escritura: la palabra de Dios, accesible y entendible por el pueblo, es la norma suprema de fe y conducta.
- Autoridad civil legítima: los gobernantes están establecidos por Dios para el orden común y deben ser obedecidos en asuntos temporales, siempre que no contravengan la Escritura.
- El rey como cabeza de la Iglesia nacional: Tyndale sostiene que la jurisdicción eclesiástica en un reino corresponde al monarca, no a una autoridad extranjera como el papado.
- Deberes del gobernante cristiano: gobernar con justicia, proteger a los pobres, suprimir el fraude y castigar la corrupción.
- Censura de los abusos clericales: denuncia la manipulación espiritual y económica, llamando a desenmascarar a los «embaucadores» que explotan la credulidad de los fieles.
- Edificación del laicado: al escribir en un inglés claro, Tyndale busca empoderar a los creyentes comunes frente a la mediación exclusiva del clero.
¿Un antecedente del derecho divino de los reyes?
La obra se considera a menudo la primera formulación en inglés que defiende, de manera explícita, la jefatura eclesiástica del monarca en su propio dominio. Algunos estudiosos ven en esta tesis un antecedente del llamado «derecho divino de los reyes». Con matices: Tyndale subordina toda autoridad civil a la Escritura y responsabiliza a los reyes ante Dios y la justicia, no legitima una licencia absoluta. En cualquier caso, el tratado contribuyó decisivamente a redefinir la relación entre trono e Iglesia en la Inglaterra del siglo XVI.
Recepción e influencia en Enrique VIII
Un ejemplar de «La obediencia del hombre cristiano» llegó a manos de Enrique VIII. Para muchos contemporáneos, el libro ofrecía un fundamento teológico y político a la ruptura con Roma. En 1534 se promulgó el Acta de Supremacía, por el que el rey fue declarado «Suprema Cabeza de la Iglesia de Inglaterra». La obra de Tyndale no fue la única influencia, pero sí una de las más citadas en la justificación del nuevo orden eclesiástico.
La relación entre Tyndale y el monarca, sin embargo, fue compleja. Aunque su tratado servía a los intereses regios en materia de supremacía eclesiástica, Tyndale se opuso a la anulación del matrimonio de Enrique con Catalina de Aragón por considerarla contraria a la Escritura. Esa postura quedó plasmada en su obra The Practice of Prelates (1530). Su resistencia le granjeó la enemistad del rey.
Cuando Tyndale fue arrestado en 1535 por las autoridades católicas en Amberes y encarcelado en el castillo de Vilvoorde, cerca de Bruselas, Thomas Cromwell, principal ministro de Enrique VIII, intentó sin éxito interceder en su favor. Tyndale fue ejecutado en 1536 por estrangulamiento y su cuerpo fue quemado. Su última oración —que Dios abriera los ojos del rey de Inglaterra— encontró un eco significativo al año siguiente, en 1537, con la autorización de la Matthew Bible, basada en gran medida en el trabajo de Tyndale y completada por John Rogers y Myles Coverdale.
Tyndale, traductor de la Biblia al inglés
La gran aportación de Tyndale fue su traducción de la Biblia al inglés, comenzando por el Nuevo Testamento, cuya circulación clandestina comenzó en 1526. Su objetivo era que cualquier lector común pudiera comprender el mensaje bíblico sin barreras lingüísticas ni privilegios clericales. Para ello, trabajó desde los textos originales en griego y hebreo, adoptando un estilo sobrio, directo y musical.
Influencia en traducciones posteriores
- Great Bible (1539): la primera Biblia autorizada en inglés por la Iglesia de Inglaterra se apoyó en el trabajo de Tyndale.
- Bishops’ Bible (1568): revisión episcopal también deudora de sus giros y soluciones lingüísticas.
- King James Version (1611): los 47 traductores de la célebre Versión del Rey Jacobo bebieron ampliamente de Tyndale. Una estimación sugiere que el 83% del Nuevo Testamento y el 76% del Antiguo Testamento de la KJV conservan su redacción o estructuras derivadas de Tyndale.
Estas cifras ilustran un hecho decisivo: la voz inglesa de la Biblia —su cadencia, su léxico y su imaginación moral— es, en gran parte, la voz de Tyndale. Sus elecciones verbales moldearon oraciones, sermones y literatura durante siglos, dentro y fuera de Gran Bretaña.
Persecución, arresto y martirio (1535–1536)
Tras exiliarse en territorios de los Habsburgo para poder imprimir y distribuir sus escritos, Tyndale fue traicionado, arrestado en 1535 y encarcelado en Vilvoorde. Tras más de un año de cautiverio, fue condenado por herejía. El 6 de octubre de 1536 fue estrangulado y su cuerpo quemado. Su muerte se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad bíblica y de conciencia.
Estilo, lenguaje y legado cultural
Tyndale escribía con prosa vigorosa, esmeradamente clara y profundamente pedagógica. Tanto en sus traducciones como en sus tratados polemizó sin rodeos, pero siempre con la vista puesta en el lector común. Esa combinación de pasión y claridad explica su impacto duradero.
Su legado rebasa el ámbito religioso. Frases bíblicas que pasaron al acervo cultural anglosajón llevan su sello, y la ética de accesibilidad —que la verdad debe hablarse en lengua del pueblo— resonó en escuelas, púlpitos y parlamentos. En 2002, el público británico lo situó en el puesto 26 de la encuesta «100 Greatest Britons» de la BBC, un reconocimiento a su profunda huella histórica.
Línea temporal esencial
- c. 1494: Nace William Tyndale en Inglaterra.
- 1526: Comienza la circulación del Nuevo Testamento en inglés traducido por Tyndale.
- 1528: Publica «La obediencia del hombre cristiano» en Amberes.
- 1530: Escribe «The Practice of Prelates», oponiéndose a la anulación del matrimonio de Enrique VIII.
- 1534: Acta de Supremacía: Enrique VIII es declarado cabeza de la Iglesia de Inglaterra.
- 1535: Arresto de Tyndale en Amberes y encarcelamiento en Vilvoorde.
- 1536: Ejecución por herejía; oración final por la iluminación del rey.
- 1537: Autorización de la Matthew Bible, basada en gran medida en Tyndale.
- 1611: La King James Version incorpora masivamente su legado textual.
Por qué «La obediencia del hombre cristiano» sigue importando
- Define un nuevo equilibrio entre lo civil y lo eclesiástico en clave bíblica.
- Empodera al laicado al afirmar que la Escritura pertenece a todos y debe leerse en lengua común.
- Modela el discurso político inglés con un lenguaje moral accesible y contundente.
- Ilustra la tensión entre autoridad y conciencia, un tema aún vital en sociedades plurales.
Conclusión
William Tyndale no solo tradujo la Biblia: tradujo la fe al registro de la vida cotidiana. «La obediencia del hombre cristiano» condensó su visión de un gobierno sometido a la Escritura y de un pueblo capaz de leerla sin intermediarios privilegiados. Su obra inspiró cambios decisivos —desde la supremacía real en la Iglesia de Inglaterra hasta la lengua de la King James— y su martirio selló una convicción: la verdad, para ser verdad viva, debe poder hablarse y escucharse en la lengua de todos.
Preguntas frecuentes
¿Qué defendía «La obediencia del hombre cristiano» en términos de autoridad religiosa?
Que el monarca de cada país debía ser cabeza de la Iglesia nacional y que ninguna autoridad extranjera, como el papado, debía gobernarla. Todo ello, subordinado a la autoridad suprema de la Escritura.
¿Influyó realmente el libro en Enrique VIII?
Sí, un ejemplar llegó a sus manos y fue utilizado como apoyo intelectual para el Acta de Supremacía de 1534. Aunque no fue la única causa, el tratado de Tyndale contribuyó a legitimar la ruptura con Roma.
¿Por qué se opuso Tyndale al divorcio de Enrique VIII?
Porque, según su lectura bíblica, la anulación del matrimonio con Catalina de Aragón contravenía la Escritura. Expuso sus razones en «The Practice of Prelates» (1530), lo que le valió la animadversión del rey.
¿Cómo influyó Tyndale en la King James Version de 1611?
De forma decisiva. Una estimación sitúa en torno al 83% del Nuevo Testamento y al 76% del Antiguo Testamento de la KJV como dependientes de la redacción de Tyndale o de traducciones derivadas de la suya.
¿Cómo y dónde murió William Tyndale?
Fue arrestado en 1535, encarcelado en el castillo de Vilvoorde, cerca de Bruselas, y ejecutado por herejía en 1536, mediante estrangulamiento, tras lo cual su cuerpo fue quemado.
¿Cuál fue su última oración y qué significado tiene?
Oró para que Dios abriera los ojos del rey de Inglaterra. Al año siguiente, en 1537, se autorizó la Matthew Bible, basada en gran medida en su trabajo, lo que muchos interpretan como una respuesta simbólica a esa súplica.
¿Por qué se considera a Tyndale un pionero del inglés bíblico?
Por su estilo claro, pulcro y musical, y por haber fijado gran parte del léxico y la cadencia que las traducciones posteriores mantuvieron. Su influencia se extendió a la Gran Biblia, la Bishops’ Bible y la King James.