Margot Fonteyn , bailarina británica (m. 1991)

Dame Margaret Evelyn de Arias, nacida como Hookham y universalmente conocida por su nombre artístico Margot Fonteyn (18 de mayo de 1919 – 21 de febrero de 1991), fue una bailarina inglesa cuya brillantez y gracia la establecieron como una de las figuras más legendarias en la historia del ballet clásico. Su trayectoria profesional, íntimamente ligada al Royal Ballet desde sus inicios, culminó con su nombramiento como prima ballerina assoluta de la compañía por la mismísima Reina Isabel II, un título que subraya su incomparable estatura artística.

Los Primeros Pasos y la Formación de una Leyenda

El viaje de Fonteyn en el mundo de la danza comenzó a la tierna edad de cuatro años, revelando desde temprano un talento innato. Su formación inicial se desarrolló tanto en su natal Inglaterra como en China, donde su padre fue trasladado por motivos laborales. Fue en Shanghái donde tuvo la fortuna de estudiar con George Goncharov, un maestro que, a través de su instrucción, no solo pulió la técnica de la joven Margot sino que también cultivó en ella un profundo y duradero interés por la rica tradición del ballet ruso, una influencia que moldearía su estilo y repertorio futuros.

Al regresar a Londres a los catorce años, en 1933, su extraordinario potencial no pasó desapercibido. Ninette de Valois, la visionaria fundadora del Vic-Wells Ballet (precursor del Royal Ballet), la invitó a unirse a la Vic-Wells Ballet School. Este fue un momento decisivo. En 1935, con una velocidad asombrosa, Fonteyn ascendió para suceder a la renombrada Alicia Markova como primera bailarina de la compañía, marcando el inicio de una era dorada para el ballet británico. El célebre coreógrafo del Vic-Wells, Sir Frederick Ashton, encontró en Fonteyn a su musa perfecta, creando numerosas piezas icónicas específicamente para ella y su entonces pareja de baile, Robert Helpmann, con quien forjó una memorable asociación desde la década de 1930 hasta bien entrada la de 1940.

El Royal Ballet, Reconocimiento Internacional y Roles Inolvidables

La compañía, rebautizada como Sadler's Wells Ballet, alcanzó un nuevo hito en 1946 al trasladarse a la prestigiosa Royal Opera House en Covent Garden, un escenario digno de su creciente reputación. Durante la siguiente década, Michael Somes se convirtió en su pareja más frecuente, complementando su elegancia y virtuosismo.

Fue su interpretación de la Princesa Aurora en La bella durmiente de Chaikovski la que se convirtió en un papel distintivo, tanto para Fonteyn como para la compañía, estableciéndola como la personificación de la elegancia clásica. Sin embargo, su arte también brilló en los ballets vanguardistas creados por Ashton, que incluían obras maestras como Variaciones sinfónicas, la encantadora Cenicienta, Daphnis y Chloe, la etérea Ondine y la vibrante Sylvia, que ampliaron los horizontes del ballet moderno. En 1949, Fonteyn lideró a la compañía en una exitosa gira por los Estados Unidos, transformándose de una estrella británica en una celebridad internacional, llevando el arte del ballet a nuevas audiencias.

Su figura también trascendió el escenario tradicional. Antes y después de la Segunda Guerra Mundial, Fonteyn actuó en transmisiones televisadas de espectáculos de ballet en Gran Bretaña, lo que permitió que su arte llegara a millones de hogares. A principios de la década de 1950, su aparición en el popular programa estadounidense The Ed Sullivan Show fue fundamental para aumentar la popularidad de la danza en los Estados Unidos, demostrando su capacidad para cautivar a un público masivo.

Un Nuevo Capítulo: Matrimonio y la Alquimia con Nureyev

En 1955, Margot Fonteyn contrajo matrimonio con el diplomático y político panameño Roberto Arias, añadiendo una nueva dimensión a su vida personal. Ese mismo año, su gracia fue inmortalizada en una innovadora producción en vivo a color de La bella durmiente, transmitida por la cadena NBC, un testimonio de su relevancia cultural. Tres años más tarde, ella y Somes deleitaron al público con su interpretación en la adaptación televisiva de la BBC de El cascanueces. Gracias a su reconocimiento internacional y a las numerosas solicitudes de apariciones como artista invitada, el Royal Ballet le otorgó una libertad sin precedentes, permitiéndole convertirse en bailarina independiente en 1959, una señal de su estatus inigualable.

En 1961, mientras Fonteyn consideraba seriamente la posibilidad de retirarse, un evento sísmico sacudió el mundo del ballet: Rudolf Nureyev, el carismático y virtuoso bailarín soviético, desertó del Ballet Kirov mientras actuaba en París. El destino unió a estos dos gigantes de la danza. Aunque Fonteyn se mostró inicialmente reacia a asociarse con él, debido a la diferencia de edad de diecinueve años, el 21 de febrero de 1962, la historia se hizo en su debut con el Royal Ballet en Giselle. La conexión en el escenario fue inmediata y explosiva, transformando al dúo en una sensación internacional. Cada bailarín, a través de una química casi mágica, impulsaba al otro a alcanzar nuevas cimas de expresividad y virtuosismo, creando actuaciones cargadas de una intensidad emocional y una perfección técnica que rara vez se han visto.

Fueron especialmente célebres por sus reinterpretaciones de ballets clásicos, insuflando nueva vida a obras como Le Corsaire Pas de Deux, Les Sylphides, La Bayadère, El lago de los cisnes y Raymonda, en las que Nureyev a menudo adaptaba coreografías para realzar su talento mutuo. Su colaboración también dio origen a nuevas obras maestras; estrenaron Marguerite and Armand de Ashton, coreografiada específicamente para ellos, y dejaron una huella imborrable con sus interpretaciones de los papeles principales en Romeo y Julieta de Sir Kenneth MacMillan, definiendo la emotividad y el drama de estos icónicos personajes.

Desafíos Personales, Homenajes y el Legado Inmortal

La vida de Fonteyn, sin embargo, no estuvo exenta de desafíos. Al año siguiente de su triunfal debut con Nureyev, en 1963, su esposo, Roberto Arias, fue víctima de un intento de asesinato que lo dejó tetrapléjico, requiriendo cuidados constantes por el resto de su vida. Este trágico evento demostró la fortaleza y dedicación de Fonteyn, quien asumió un papel fundamental en su cuidado sin abandonar por completo su carrera.

En 1972, Margot Fonteyn entró en una etapa de semi-retiro, aunque su amor por el escenario la llevó a seguir bailando periódicamente hasta finales de la década. Su legado y contribuciones fueron formalmente reconocidos en 1979, cuando el Royal Ballet le rindió un emotivo homenaje y la declaró oficialmente como la prima ballerina assoluta de la compañía, un reconocimiento que solo un puñado de bailarinas en la historia han recibido. Tras su retiro definitivo, Fonteyn se estableció en Panamá, donde llevó una vida más tranquila, dedicada a la escritura de libros, la cría de ganado y el cuidado devoto de su esposo. Falleció a causa de un cáncer de ovario el 21 de febrero de 1991, irónicamente, exactamente 29 años después de su legendario estreno con Rudolf Nureyev en Giselle. Su nombre sigue siendo sinónimo de perfección, pasión y una elegancia atemporal que continúa inspirando a generaciones de bailarines y amantes del arte.

Preguntas Frecuentes (FAQs) sobre Margot Fonteyn

¿Quién fue Margot Fonteyn?
Margot Fonteyn fue una de las bailarinas de ballet clásico más grandes de todos los tiempos. Nació en Inglaterra y pasó toda su carrera con el Royal Ballet, siendo finalmente nombrada prima ballerina assoluta por la Reina Isabel II.
¿Qué significa prima ballerina assoluta?
Es un título honorífico extremadamente raro, otorgado a las bailarinas de ballet que son reconocidas como las más excepcionales de su generación, con un talento y una carrera extraordinarios. Implica un nivel de maestría y legado inigualable.
¿Cuál fue su trayectoria temprana en el ballet?
Comenzó a tomar lecciones a los cuatro años. Estudió en Inglaterra y en Shanghái, China, donde recibió influencias del ballet ruso. A los 14 años, fue invitada a unirse a la Vic-Wells Ballet School y rápidamente se convirtió en primera bailarina de la compañía.
¿Quién fue su pareja de baile más famosa?
Sin duda, su asociación más icónica y legendaria fue con Rudolf Nureyev. Aunque también tuvo parejas de baile importantes como Robert Helpmann y Michael Somes, la química y el impacto de su dúo con Nureyev en la década de 1960 son inolvidables y definieron una era del ballet.
¿Cuáles fueron algunos de sus roles más distintivos?
Fue célebre por su interpretación de la Princesa Aurora en La bella durmiente de Chaikovski. También brilló en ballets creados específicamente para ella por Sir Frederick Ashton, como Variaciones sinfónicas, Cenicienta, Ondine y Marguerite and Armand, así como en los papeles principales de Giselle y Romeo y Julieta junto a Nureyev.
¿Cómo afectó su vida personal a su carrera?
Su matrimonio con Roberto Arias y el posterior intento de asesinato que lo dejó tetrapléjico fueron eventos personales significativos. A pesar de las responsabilidades de cuidado que asumió, Fonteyn mantuvo su compromiso con el ballet, demostrando una increíble resiliencia y dedicación.
¿Cuál fue el legado de Margot Fonteyn?
El legado de Fonteyn es inmenso. Popularizó el ballet a nivel mundial, inspiró a innumerables bailarines y audiencias, y su técnica impecable y expresividad artística la convirtieron en un estándar de excelencia. Su asociación con Nureyev sigue siendo un punto de referencia para la danza clásica, y su nombre es sinónimo de gracia, elegancia y un arte atemporal.